Altigrafía y comentarios enviados por:
Josemi Ochoa

Localización: Al final de la calle Gordóniz, que atraviesa el bilbaíno barrio de Rekalde, encontramos una rotonda, punto de inicio de la ascensión.

Mapa de situación

Especificaciones: Los primeros 1,4 km son de vía urbana hasta llegar al final de El Peñascal. Allí tomamos un desvío donde tenemos unos metros asfaltados perfectos hasta el km 1,5. De ahí al final, pista hormigonada de seis metros de anchura, con una primera parte en bastante buen estado y la parte más dura del final con un firme bastante cuarteado por el paso de camiones, que hace aún mucho más dura esta rampa. No hay sombras y tráfico solo en la parte urbana.

Fuentes: Dos casi seguidas, mediado el primer km. La primera de ellas a la izquierda en una plaza semicircular y la otra, unos metros más adelante, a la derecha un tanto escondida en un pequeño parque. Hay una tercera al final del barrio de El Peñascal, junto a la parada de bus en una rotonda.

Comentario: Presentamos esta altimetría porque creemos que puede ser el preludio de un bonito recorrido cuando se lleve a cabo la prevista reconversión de este enclave en parque forestal. La pista se ha construido para el acceso de camiones que han estado rellenando las antiguas canteras del Peñascal, con los restos de las excavaciones de la autopista. Como ésta aún no se ha concluido, no sabemos cuándo se acometerá la remodelación de la zona en parque, promovida por el Ayuntamiento de Bilbao. Hemos intentado buscar información sobre las citadas canteras, pero parece como si una mano negra se hubiera preocupado muy mucho de hacerla desaparecer de la red. No existen más que minúsculos e inconexos retazos al respecto. Y es que éste fue un oscuro “negocio” en tiempos de la dictadura, que se usó fundamentalmente para la construcción de la inacabada CN de Lemoiz. Que recordemos, las canteras eran municipales, pero su explotación era efectuada, por una empresa propiedad, al menos en parte, de la entonces alcaldesa Pilar Careaga. Al menos eso se comentaba entonces. Del orden de 800 camiones diarios atravesaban los barrios de El Peñascal y Rekalde en un continuo suplicio para sus vecinos. Hasta su clausura, ya avanzada la democracia, estas canteras no dejaron de ser un foco de oscuros rumores. Dejaron una enorme herida en un precioso paraje natural, que la actual junta municipal está dispuesta a restañar.
La ascensión es muy cómoda hasta llegar al final del barrio de El Peñascal y solo hay que seguir la calle que discurre por el fondo del mismo. A final del barrio, en una herradura, la calle pasa a ser carretera. Nosotros no la tomaremos, sino que salvando la acera, seguiremos recto por un tramo asfaltado a través de un parking bajo el viaducto de la autopista con la pendiente ya por encima de los dos dígitos. Unos metros después, continúa pista de hormigón, encontrándonos con unos duros 300 metros al 17% de media. Una zona más suave junto a la única herradura, nos muestra la parte más dura: otros 300 metros, pero ahora al 20% de media y con un firme bastante deteriorado, aunque ciclable. Por el momento, el hormigón finaliza cuando se suaviza la pendiente en una meseta entre un par de canteras. A ver que nos depara en el futuro esta posible ascensión.

Inicio en la rotonda existente al final de Rekalde.


Parte final de El Peñascal, con la parte alta de las canteras al fondo.


En la herradura, seguimos de frente, cruzando bajo el viaducto.


Un tramo perfecto, junto a un nuevo parking, inicio del futuro parque forestal.


De lleno en las primeras duras rampas hormigonadas.


Hay que prestar atención a un par de estas canaletas con tan peligrosas ranuras.


Aquí ya alcanzamos el 20% antes de un pequeño descanso donde está el coche. Se puede apreciar parte del relleno de la cantera.


A partir de aquí apenas bajaremos del 20%. Parece que la pista será definitiva, porque si no, no tiene mucho sentido el gurdarraíl .


Como se aprecia, el firme está bastante deteriorado.


Aquí, de momento, finaliza el hormigón y la ascensión, porque llegamos a la zona de los rellenos.