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Omar Sánchez Gorriti

Localización: Partimos de la “rotunda Sá Carneiro” en el paseo marítimo de Funchal. Tras un callejeo en dirección NW por las calles de Funchal, finalmente tomaremos la ER107 que nos conducirá, ya sin ningún cruce complicado, hasta la entrada del túnel. Lamentablemente y desde hace pocos años, está cerrada la antigua carretera, que serpenteaba la ladera emulando la carretera del “cirque du Litor” entre Aubisque y Soulor.

Especificaciones: Los primeros 5 kms. discurren por las calles de Funchal. El tráfico es abundante, y en multitud de ocasiones los coches están estacionados en uno de los carriles. Una vez que se toma la ER107, el tráfico local disminuye (no el de turistas). La carretera está en buen estado, con señalización horizontal. Los 2.400 m. del túnel están perfectamente asfaltados e iluminados. Desde la salida del túnel hasta el fondo del valle (río Curral das Freiras), no hay señalización horizontal, y abundan los vehículos estacionados en la vía.

Fuentes: Desconocidas, aunque debido a la pluviosidad de la isla son muchas las que se pueden encontrar. Aconsejable llevar agua embotellada.

Comentario: Puerto de doble vertiente, aunque sin salida, que nos adentra a las entrañas de Madeira, en un valle casi cerrado en el cráter de un extinto volcán. Desde la costa es totalmente invisible, por lo que en el siglo XVI, los habitantes de la isla lo utilizaban como refugio contra los ataques de los piratas que asolaban la isla. Como la mayoría de las ascensiones de la isla, la parte baja de las mismas aporta dureza adicional, vistas muy cercanas sobre el océano Atlántico y… peligro por el tráfico existente. Una vez hayamos superado los primeros cinco kms. comenzará el verdadero espectáculo. Una sucesión de fuertes rampas nos adentran en un frondoso bosque de “laurisilva”. Estos bosques, Patrimonio de la Humanidad, nos proporcionarán sombra, los pocos días que nos hagan falta. Y es que, la gran masa de hoja de estos bosques subtropicales, favorecen la condensación de las nieblas. La carretera va subiendo rápidamente cercana a la cresta de la montaña, pero siempre en su vertiente este. Sucesiones de herraduras nos hacen ganar altura, y poco antes del último km, cruzaremos a la otra vertiente de la cresta, divisando desde la altura, el fondo del profundo valle que el río Curral das Freiras ha excavado para salir del cráter del volcán. Al llegar a la entrada del túnel, podremos proseguir a la izquierda por la antigua carretera, que durante algún km. de suave pendiente nos conducirá hasta Eira do Serrado. Aquí existe un parador donde poder tomar un “refrigerio”. Por un camino se accede al “miradouro” desde donde se puede ver todo el antiguo cráter de Curral das Freiras y parte de la otra vertiente a vista de pájaro.