Altigrafía y comentarios enviados por:
Miguel Baeza y Martín Cerván

Localización: "Nos situamos en el Embalse de Aracena, en la carretera HU-8128 que une las localidades de Cañaveral de León y Corteconcepción.

Especificaciones: Alternan tramos en estado aceptable con otros en los que el firme deja bastante que desear, aunque en cualquier caso sin arcén y con señalización vertical. Respecto a las sombras hay que decir que escasean, de hecho transitamos por una zona muy abierta hasta que atravesamos Carboneras, luego la carretera asciende más protegida del sol.

Fuentes: Existe una fuente, situada a nuestra izquierda, en el km 8,5 aproximadamente.

Comentario: Aracena, capital comarcal emplazada en el corazón de la sierra a la que da nombre, es una floreciente ciudad de gran atractivo turístico gracias, principalmente, a la archifamosa Gruta de las Maravillas que, con sus estalactitas y estalagmitas de extraordinaria belleza, se ha convertido en estandarte de toda la sierra, eclipsando injustamente el riquísimo patrimonio cultural y etnográfico de esta bella ciudad.
Aparte de un patrimonio monumental de primer orden (castillo-fortaleza de origen andalusí, iglesias varias y edificios públicos de gran interés), la localidad cuenta con una activa vida cultural, lo que se materializa con un amplio y variado programa festivo, siempre representativo de las costumbres serranas, entre los que podemos menciona la Semana Santa, los Carnavales, el Corpus Christi, la Feria etc. Y, junto a las fiestas tradicionales, se celebran otros acontecimientos como la Muestra Internacional de Música Antigua, la Feria del Jamón y del Cerdo Ibérico, unas Jornadas Micológicas, etc.
Tampoco podemos dejar de lado el encanto de sus aldeas rurales, ricas en manifestaciones de arquitectura popular (fuentes, lavaderos, molinos), y el atractivo de sus parajes naturales. Aracena goza de una amplia red de senderos señalizados, que nos permite conocer a pie, a caballo y en bici de montaña el entorno rural.
Si a todo lo mencionado unimos su riqueza gastronómica -donde destacamos, por supuesto, los platos derivados del cerdo ibérico, además de los productos de la huerta y de las zonas forestales: la castaña, la carne de caza y la gran riqueza micológica existente-, nos será del todo imposible guardar ingrato recuerdo de nuestra visita a Aracena, por mucho que suframos en sus cuestas.
Y, hablando de sufrimiento, vamos a lo nuestro. La ascensión tiene su inicio junto al embalse de Aracena, al lado de un área recreativa. Tras pocos metros, nos encontramos con un cruce hacia la derecha en dirección a Carboneras que debemos tomar. Aquí el asfalto esta impecable, lo cual nos facilita nuestro pedalear en esta zona con pendientes que rondan siempre el 5%, aunque esta alegría nos va a durar poco, ya que tras unos 2 km el estado del piso se vuelve calamitoso coincidiendo, para más inri, con un tramo en bajada.
Concluido el descenso, seguimos por una zona de falso llano transitando junto a un arroyo que cruzamos por 2 puentecillos seguidos dejando dicho arroyo a nuestra izquierda. Así, continuamos nuestro camino en pos de la aldea de Carboneras que nos da la bienvenida con una rampa del 11 % tras dejar un cruce a la derecha que conduce a las vecinas aldeas de Castañuelo y Corterrangel, cuya visita posponemos para otra ocasión.
Atravesamos, pues, Carboneras en descenso siempre con la debida precaución y tirando constantemente de frenos, debido al estado del firme y a la fuerte pendiente de la carretera. Al salir de la aldea nos quedan ya los últimos 3 km de subida -los más duros de nuestra ascensión- con un km entero casi al 8% y alguna rampa al 12%, aunque, eso sí, con el asfalto en buenas condiciones hasta el final.
Seguimos pedaleando y cada vez intuimos cerca Aracena, junto a unas casas, donde la pendiente nos da un leve respiro a la par que nos podemos refrescar en la fuente que queda a nuestra izquierda. Mas, después de un viraje en el sentido de la carretera, nos volvemos a encontrar con rampas que alcanzan los dos dígitos que nos supondrán el último gran esfuerzo hasta que, después de pasar por debajo de dos puentes, llegamos a Aracena.