Altigrafía y comentarios enviados por:
Miguel Baeza y Martín Cerván

Localización: En la MA-478, pasado el cruce de Serrato, comenzamos esta subida en el puente sobre el río Guadalteba para ser más exactos, camino de El Burgo.

Especificaciones: Carretera de firme impecable, con unos 5 m. de ancho y perfectamente señalizada. El tráfico es escasísimo y las sombras inexistentes.

Fuentes: Hay una, pero hay que desviarse a Serrato. Entramos pasando un puente y subiendo una cuesta y, luego, seguimos por una rampa cementada que nos deja junto a la fuente.

Comentario: La Serranía esconde sus tesoros bien distribuidos por toda la comarca en forma de pequeñas gemas como este puerto del Aire, también conocido como la Víbora o Serrato. No estamos, ni mucho menos, ante lo que se suele denominar coloso, pero se trata, sin duda, de una ascensión de características más que interesantes para cualquier cicloturista, de ésas que enriquecen nuestro palmarés particular.
Se trata de una subida no muy larga, pues no alcanza los 8,5 km., en la que nos encontraremos con rampas de elevado porcentaje alternando con descansillos.
Partimos del puente sobre el río Guadalteba, junto a la pequeña localidad de Serrato, cuya hermosa estampa contemplaremos a nuestra derecha y que no visitaremos, sino para tomar alguna vitualla o llenar nuestras poncheras.
Un primer kilómetro relativamente suave casi no nos permitirá entrar en calor cuando, sin darnos cuenta, la carretera se vaya empinando paulatinamente hasta alcanzar máximas que superan de largo los dos dígitos.
Ascendemos remontando de manera rectilínea una vaguada entre la Sierra de Ortegícar al Norte y el Cerro de los Balazos al Sur hasta que, tras un primer descanso, la carretera traza una curva a derechas y la pendiente vuelve a aumentar considerablemente, superando incluso el 20%.
La panorámica se abre hacia el Este hasta que nuestra vista choca con las imponentes moles rocosas de la Sierra de Huma, la Sierra de Alcaparaín y la Sierra Prieta, alineadas todas unas tras otras. Un extenso pinar de reforestación cubre las lomas que intermedian, cediendo luego espacio a un joven olivar.
Siguiendo la dirección que nos marca la carretera, nos ponemos como siguiente objetivo alcanzar un primer collado situado entre dos cerrillos, el de los Balazos y el del Enebral, lugar en que encontraremos un nuevo y grato descanso tras pedalear por un trecho de continuada dureza. El descansillo, que durará algo más de 1 km. se verá interrumpido, no obstante, por algún que otro repecho de cierta exigencia.
Encaramos una nueva zona rectilínea, tan sólo cortada por una doble curva, que vuelve a hacer mella en nuestras piernas, hasta que, pasado un km. y medio, coronamos un nuevo altillo junto al cerro de las Peleas, uno de esos riscos de roca caliza pelada tan característicos de la Serranía de Ronda. A nuestra izquierda queda un antiguo y pequeño helipuerto que, es de suponer, aún presta servicio en labores de vigilancia forestal.
Aunque hayamos aguantado bien este último trecho, no podemos confiarnos, pues aún nos queda una propina: después de una levísima bajada, restan mil quinientos metros de ascenso hasta coronar el puerto. Se trata de un tramo bastante suave, excepto en algún momento en que la pendiente nos vuelve a dar un susto.
Finalmente, tras dejar atrás un par de cruces de sendas de pistas de tierra, coronamos en un falso llano sin ser ya capaces de percibir si estamos bajando o subiendo. Seguir hasta El Burgo y afrontar alguna de las subidas que allí toman su inicio o volver hasta El Serrato es la decisión que habremos de tomar.

El puente sobre el Guadalteba es testigo del inicio de nuestra subida:


De un inicio muy irregular, como el resto del puerto:


Constantemente se superan rampas de fuerte pendiente:


¡Cuán rápido hemos dejado abajo El Serrato!:


Continúan los descansillos seguidos de rampas durísimas. En el segundo km. alcanzan ya el 16%:


Poco después llegan incluso al 22%:


A lo lejos se divisa Cañete la Real:


Pero nosotros seguimos ascendiendo con las miradas puestas en esta peña rocosa:


Y en el paisaje que se abre a nuestra izquierda, con la Sierra de Alcaparaín descollando:


Estas largas -aunque irregulares- rectas son una constante en este puerto. La Sierra de Ortegícar es un precioso telón de fondo:


Después de trazar un giro a izquierdas, atisbamos por última vez El Serrato e incluso Cañete la Real incrustado en su sierra:


Seguimos sufriendo con las duras rampas del puerto, encontrando sobrada gratificación a tanto esfuerzo en su belleza:


Antes de llegar al helipuerto, habremos de superar nuevas rampas superiores al 10%:


Ya junto al mencionado helipuerto encontramos un descanso un poco más largo que se agradece considerablemente:




Podemos seguir disfrutando del entorno del puerto…


Antes de afrontar el último kilómetro y medio de subida:




No obstante ya apenas quedan rampas duras. Al fondo, al Este, la Sierra de Huma:


Tan sólo alguna rampa suelta al 14%:


Más adelante, también dispondremos de una buena panorámica hacia el Oeste…


Cuando estamos acariciando la cima del puerto:


Ya a punto de coronar nos introducimos de lleno en un pinar:


Algún claro en el bosquete nos sirve de ventana desde la que asomarnos:


Alcanzamos el puerto después de un falso llano de más de medio kilómetro: