Altigrafía y comentarios enviados por:
Miguel Baeza y Martín Cerván

Localización: Al Norte de la ciudad de Córdoba, en las inmediaciones de la barriada de Torreblanca y por la N-432ª (antigua N-432), se inicia este ascenso a Cerro Muriano.

Especificaciones: Carretera en perfectísimo estado y con completa señalización. Al tratarse de una antigua nacional cuenta con arcén y con carril lento durante varios kilómetros. El tráfico escasea al igual que las sombras.

Fuentes: No hemos observado ninguna.

Comentario: Conocidísima es la carretera del Cerro Muriano y no sólo por quienes amamos el deporte del pedal, sino porque muchas generaciones de españoles han tenido que prestar servicio militar en su archifamoso cuartel.
Pero lejos del uso militar, el origen de la población se encuentra en la minería. Aes Marianum era el nombre que recibía –según informa Plinio el Viejo- en Época Imperial romana la explotación minera cuyos restos aún son visibles en los alrededores de la actual aldea obejeña.
Tal vez alguno de vosotros recuerde la carreterilla que serpenteaba desde Córdoba hasta las instalaciones militares, una auténtica ratonera, que diríamos en argot ciclista. Sin embargo, hoy día la situación cambiado –no sólo en lo que atañe al servicio militar-, ya que el ascenso se lleva a cabo por una anchísima carretera que poco o nada tiene que ver con aquella a la que hacíamos mención.
Pero lo bueno de todo esto es que, como se ha construido otra paralela más moderna, nos vamos a encontrar con una nacional para nuestro uso y disfrute. Tan sólo algún motorista o algún vehículo militar perturbarán nuestra marcha.
Pocas veces nos sobrará tanta carretera, je, je.
Si bien desde las afueras de Córdoba ya se inicia el ascenso por la carretera nueva (un kilómetro de autovía al 4-5%), nosotros hemos decidido comenzar la altigrafía al salir de la misma, poco antes de la barriada de Torreblanca.
Sin grandes agobios –excepto por el calor, que aprieta de lo lindo- afrontamos los primeros kilómetros de subida. Ascendemos en muchos momentos paralelos a la nueva carretera... Miramos a nuestra izquierda y nos da miedo pensar en el tráfico que había que padecer antaño.
Alcanzamos un altillo y un leve descenso nos sitúa en el comienzo de un tramo continuado de cinco km. de ascenso.
Abandonamos el piedemonte para introducirnos de lleno en la Sierra Morena cordobesa con su característica vegetación mediterránea: la dehesa, aderezada en ocasiones por manchas aisladas de pinos.
Hemos de reconocer que esperábamos un puerto insulso, sin gracia, sobre todo porque no somos amantes de este tipo de carreteras, pero lo cierto es que su ascenso nos ha sorprendido gratamente: antes de que podamos darnos cuenta se abandona la compañía de la nueva nacional, comienza el curveo y se gana perspectiva sobre el Valle del Guadalquivir con unas magníficas vistas sobre la propia ciudad Califal.
Luego de otro descenso -y para que no falte de nada- ganamos un tramo con varias y amplísimas curvas de herradura. Nos relamemos tan sólo de pensar en el posterior descenso.
La pendiente añade un puntito más de dificultad, pero, como quiera que hemos cogido buen tono muscular en los kilómetros previos, pedaleamos encendidos hasta la cima.
Una cuarta y última herradura a izquierdas con espectaculares vistas, que alcanzan incluso hasta ese “iceberg” de Andalucía que es Sierra Nevada, nos sitúa en la recta final, junto a una pista que sigue ascendiendo hasta una ermita. Lástima que el asfalto desaparezca, porque nos hemos quedado con ganas de más.

Antigua carretera nacional. La subida, en principio, es muy suave:


Después de un corto descenso, a la derecha dejamos una carretera que nos lleva hasta la ermita de la V. de Linares:
Pronto ganamos altura sobre el valle del Guadalquivir:


El carril lento nos deja aún más espacio para pedalear:


Y la ausencia de tráfico nos permite disfrutar del ascenso:


Al fondo vemos una incorporación a la nueva carretera nacional:


De hecho, podemos verla a la derecha de la imagen:


Dos primeras herraduras con el valle al fondo:


A un km. de coronar pasamos una amplia vaguada con vistas hacia el Este:


Última herradura con las sierras de Jaén y Granada al fondo:


Finalmente coronamos junto al desvío de la ermita: