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V. González

Localización: Cantón suizo del Valais, es la carretera nacional que desde la frontera italiana asciende al histórico paso del Simplon y conduce hasta Brig, en el Valle del Ródano.

Especificaciones: Carretera ancha y en perfectas condiciones, con tráfico moderado, y que permanece abierta en pleno invierno. Sombras en la parte baja del puerto, hasta el final de la zona de los parapetos antialudes.

Fuentes: En Gondo, al inicio del puerto, y al final, en la zona turística del alto, donde tampoco faltan restaurantes y cafeterías.

Comentario: Una de las vías históricas para atravesar la cordillera alpina. Al igual que en otros puertos similares, como el Gran San Bernardo o el San Gotardo, existe un hospicio en su cima donde los frailes ofrecían hospitalidad a los peregrinos y viajeros de antaño y que hoy sigue funcionado. Pese a encontrarse en una vía internacional, sigue siendo una subida interesante para el cicloturista; de hecho no es infrecuente encontrarse a "mochileros" sobre dos ruedas. A ello contribuye sin duda el túnel que canaliza gran parte del tráfico de mercancías, dejando a la carretera con un tráfico pesado poco agobiante. Y también las rampas siempre llevaderas, que rara vez pasan del 8% y permiten digerir fácilmente el considerable desnivel a salvar. Por la vertiente sur el puerto es ligeramente menos duro que por la norte. La cuesta comienza a los pocos metros de pasar la aduana suiza, siendo el primer kilómetro de notable dureza, a casi el 8% de media. La primera parte de la ascensión discurre encajada en el fondo del valle, en el llamado estrecho de Gondo. Una pronunciada curva a derechas nos indica que la carretera vira hacia el norte, empezando a trepar por la ladera. Los siguientes kilómetros, hasta alcanzar aproximadamente los 1400 m de altura, se harán monótonos al transcurrir en gran parte por el interior de parapetos antialudes. Entre uno y otro vislumbramos las montañas a las que nos aproximamos. Finalmente, cerca del pueblo de Simplon, el paisaje se abre, se terminan los túneles y podemos gozar de unas vistas cada vez mejores, rodeados de prados alpinos y con las masas glaciares de los últimos "cuatromiles" de los Alpes Peninos asomando a la izquierda. Afrontaremos un kilómetro al 8,4%, el más duro de la subida, pero el sufrimiento no dura demasiado. Casi sin darnos cuenta, avistamos las primeras edificaciones que nos avisan que estamos llegando al alto. Una señal de "Hospiz" indicando una desviación a la derecha que conduce al referido hospicio, marca el final de los esfuerzos. Ahora podremos recrear la vista en los verdes prados alpinos que nos rodean, por donde se desparraman los muchos turistas que llegan aquí los días de verano. Estamos justo en la frontera entre los Alpes Peninos, al oeste, y los Lepontinos, al este. Y frente a nosotros, al otro lado del profundo valle del Ródano, la muralla de los Alpes Berneses. Como ya he dicho, una particularidad de este puerto es que permite el ciclismo alpino invernal, ya que está abierto todo el año.