JAÉN COLLADO DE LA TRAVIESA (POCICO)
Mogón
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Altitud: 1386 m Distancia: 27,75 km Desnivel: 955 m Pendiente Media: 3,4 % Coeficiente: 215
 

Altigrafía y comentarios enviados por:
Miguel Baeza y Martín Cerván

 

Localización: El puerto comienza en Mogón, pedanía de Villacarrillo, en el puente sobre el río Guadalquivir donde se inicia la carretera transversal de la Sierra de las Villas.


Especificaciones: Carretera estrecha, sin señalización horizontal ni arcenes. El estado del firme pasa de estar bastante deteriorado en su inicio a encontrarse en buenas condiciones después de media docena de kilómetros. Hay algo de tráfico, sobre todo de tractores, en la parte inicial, lo que ha propiciado que esté más deteriorado el firme en esa zona. Luego rodaremos en casi total soledad.
Cuando acaba el olivar las sombras son abundantes, aunque intermitentes.

Fuentes: Hemos visto varias durante el ascenso, aunque sólo una de ellas en servicio, justo al concluir el decimoquinto kilómetro y en descenso. No obstante, si decidimos continuar por la carretera hasta el Charco del Aceite encontraremos numerosas fuentes bien indicadas.

Comentario: La más pequeña de las sierras que conforman el Parque Natural de Cazorla Segura y Las Villas esconde, no obstante, la que nos parece una de las más recomendables rutas que se pueden hacer por la zona. Se trata de la “cagalera de la muerte”, como es conocida la carretera que une el Charco del Aceite, paraje próximo a la presa del Tranco de Beas, con la localidad de Mogón, que atraviesa a fuerza de curvas y notables pendientes la Sierra de las Villas. Dependiendo del sentido en que nos dispongamos a afrontar la ruta nos toparemos con diferentes dificultades montañosas en las que la salvaje naturaleza del entorno conseguirá atraparnos por completo. Repetir ruta por estos Lares será sólo cuestión de tiempo, porque a la Sierra de las Villas, una vez conocida, se vuelve seguro.
Después de haber recorrido la carretera transversal de la Sierra de las Villas de Norte a Sur ascendiendo el Collado del Agua de los Perros y la vertiente norte del Collado de la Traviesa, no se nos ocurre mejor manera de retornar al punto de salida que dándole la vuelta a la tortilla. La ruta inversa, como hemos tenido ocasión de comprobar a la ida, nos deparará un reto de gran entidad: el conocido como Collado del Pocico, todo un primera categoría, que se continúa hasta coronarse el Collado de la Traviesa situado unos 30 m. más alto.
El ascenso, de casi 30 km. de longitud, nos concederá, no obstante, momentos de recuperación, largos descansillos que nos permitirán apreciar plácidamente un entorno de naturaleza agreste, por lugares verdaderamente sobrecogedores como el embalse de Aguascebas.
El puerto podemos dividirlo en tres partes bien diferenciadas: una primera de subida casi constante hasta bien entrado el km. 12, donde se corona un primer altillo denominado Encajacabras; desde allí hasta el km. 21 hay un tramo con cierta tendencia descendente, aunque con constantes repechos que nos impedirán recuperar por completo las fuerzas; desde este punto, tras pasar una vaguada a derechas, afrontaremos el tramo final de casi 7 km. de subida para coronar el puerto.
Pues bien, es el primer trecho el de mayor dificultad de todo el puerto. Comenzamos en uno de los puentes sobre el Guadalquivir que encontramos en Mogón, una hermosa pedanía de Villacarrillo, a los pies de la Sierra de las Villas.
Destaca en el caserío su castillo árabe enseñoreándose sobre el valle, aunque pronto abandonaremos la ribera del Guadalquivir por rampas casi imperceptibles para adentrarnos en las primeras estribaciones de la sierra. El olivar domina por completo un paisaje que se nos antoja ciertamente monótono.
En cualquier caso poco nos quedará que disfrutar en el momento en que la carretera se empine, ya que se siguen dos km. a casi el 8% que esconden constantes y continuas rampas superiores al 10%. A base de enroscarse, la carretera se eleva y el valle queda muy pronto a nuestros pies.
Será frecuente cruzarse con algún tractor en estos primeros kilómetros en los que el medio agrícola predomina sobre el natural. Es por ello por lo que el estado de la carretera en los primeros compases del puerto se encuentra algo más deteriorado.
Pronto un corto descenso nos deja en una vaguada a izquierdas donde tres kilómetros aún más duros que los dos anteriores nos harán retorcernos a base de bien. La carretera, estrecha, se empina por momentos concediendo tan sólo leves rellanos en que, a la par que recuperamos el resuello, podremos echar un vistazo al entorno de lomas que nos rodea con Villacarrillo como prácticamente el único atisbo de civilización.
Unos cientos de metros después del cruce de Santo Tomé disfrutaremos de un kilómetro muy suave en el que el panorama comienza a cambiar con la aparición de los primeros pinos. El olivar, que irá desapareciendo paulatinamente, va dejando paso también a matorrales y arbustos aromáticos.
Rampas salteadas irán aderezando los kilómetros siguientes, más llevaderos, hasta coronar el alto de Encajacabras.
Comienza aquí, con un descenso continuado de más de 2 km. la segunda parte del puerto. La tupida vegetación, el constante curveo y la estrechez de la carretera cobran protagonismo, a lo que se unen los constantes repechos que traban el descenso. Precisamente en uno de éstos, el más largo, trazaremos una herradura a izquierdas que marca por completo el puerto, ya que cambiaremos definitivamente el paisaje de lomas por el de alta montaña.
Por un descenso que exige constante pedaleo alcanzamos el embalse de Aguascebas, donde unos cientos de metros por la presa supondrán el único tramo realmente llano de todo el puerto.
El embalse, pequeño, ofrece con sus azuladas aguas un magnífico contraste de colores en la sierra. Poco después de atravesar el dique, retomamos las rampas del puerto, que se harán constantes a partir de una curva de vaguada a izquierdas. Luego, varias herraduras se sucederán a la par que ganaremos una magnífica panorámica sobre el embalse y el incomparable entorno donde se ubica.
Más tarde, larguísimas rectas ascendentes flanqueadas por una continua arboleda serán las protagonistas de un puerto que siempre rondará el 5 y el 6 por ciento y que, cuando roza el doble dígito, hace verdaderos estragos en unas piernas tremendamente fatigadas por la longitud del mismo.
Coronamos el Collado del Pocico, con su correspondiente cartel y junto a una fuente –a día de hoy sellada-, pero seguimos pedaleando, porque en menos de un kilómetro habremos alcanzado el punto más alto de la carretera, donde se sitúa el Collado de la Traviesa por medio de una carretera literalmente colgada en la ladera de la roca. De obligatoria parada, eso sí, será el mirador del Collado del Pocico, al poco de coronarlo. Merecerá la pena respirar profundamente y dejarse hipnotizar por un paisaje absolutamente fascinante.


Fotos:
Puente sobre el Guadalquivir para dar inicio a la subida:


Cruce hacia Arroturas y Santo Tomé:


Cruce hacia Mogón, giraremos a la derecha siguiendo la indicación que nos guía hasta Sierra de las Villas:


Las rampas serias aparecen:


En un paisaje de olivos:




Curveo constante:


El porcentaje de las rampas supera constantemente el 10%:


Por suerte las obras ya están terminadas:


Buscamos el alto de Encajacabras:


Pero antes ganamos un descansillo:


Y las rampas más duras ya han terminado:


Comienzan a hacer acto de presencia los pinos:


Buenas vistas de Iznatoraf en la loma:

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