Descripción: Estamos ante uno de los puertos míticos de la geografía vasca, no tanto por la dureza de sus poco más de 8 kms. sino por ser el punto donde tradicionalmente se decide el resultado de la célebre Clásica de San Sebastián. En sus tres primeros kilómetros nos vamos a encontrar la auténtica dificultad de este puerto, bajo la sombra de pinos y castaños y trazando sucesivas curvas de herradura, con rampas de hasta un 11% y también algún tramo más favorable. Tras una herradura a la derecha llegamos al Aterpe Arrokaundieta y, al divisar un antiguo torreón, coronamos un primer alto, que da paso a una zona bastante llevadera aunque con alguna rampa intercalada que puede sorprendernos. Más aún si nos dejamos atraer por el espléndido paisaje que nuestros ojos van descubriendo según ganamos altura en dirección a las antenas que ya se ven en lo alto. Y es que el mar Cantábrico tiene un poder de atracción tal, especialmente en los días de mucho viento (que no son pocos en este puerto), que podemos hasta olvidar lo que aún nos queda, ensimismados en su contemplación. Pero es precisamente en este tramo donde suelen producirse las escasas diferencias que permiten a los más fuertes, si se lanzan a un descenso suicida hacia Fuenterrabia, lograr llegar en solitario a la meta donostiarra en la citada prueba. Nuestra ruta recorre la ladera norte de la montaña hasta que coronamos en el punto más alto de la carretera. Todavía queda algo menos de 1 km hasta las antenas que, ahora que ya está bien asfaltado, no hay excusa para coronarlo.
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