ALMERÍA CERRO MEZQUITA (SIERRA CABRERA)
Turre
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Altitud: 956 m Distancia: 13,61 km Desnivel: 905 m Pendiente Media: 6,65 % Coeficiente: 266
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AM10
Cerro Mezquita (Sierra Cabrera)






Localización: Abandonamos la AL-6111 al paso por Turre en dirección a Sierra Cabrera por la calle de la Rosaleda. Dejando más adelante el cruce a Torrecabrera a la izquierda, continuamos hasta la Urbanización de Cabrera en el Km 6 de la ascensión. Al llegar a la urbanización Cortijo Cabrera deberemos seguir la Avda. Abeamer, primero, y la del Sopalmo después. En el cruce del alto (Collado Cufría) iremos a la derecha para, en pocos centenares de metros, ver la pista que se dirige al Cerro Mezquita a la izquierda: verla sí, pero ¿nos atreveremos con ella?
Especificaciones: Recientemente asfaltada, aunque muy estrecha y sin señalización horizontal, se halla la pista que desde la Urbanización llega al cruce en lo más alto de la Sierra Cabrera. Toda la ruta, sin sombras, queda expuesta a los rayos solares, y el tráfico, reducido a los vecinos de dicha urbanización, desaparece por completo cuando nuestra carretera sigue ascendiendo en busca de las cumbres del macizo montañoso.
Fuentes: Desconocidas.
Descripción: Una de las ascensiones más interesantes que se pueden realizar en España es sin duda esta que tiene su origen en Turre, en el valle del río Aguas y al pie de Sierra Cabrera, donde se respiran los aromas marinos del cercano Mediterráneo. Ese topónimo proviene de alguna de las abundantes torres de vigilancia moras de la Reconquista.
Su principal riqueza fue siempre la agricultura, gracias a la bondad de sus manantiales serranos y a las avenidas del río Aguas que fertilizan los llanos. En los últimos años, la construcción, los negocios de hostelería y magníficos complejos deportivo-residenciales, como Cortijo Grande y Cabrera, son los máximos exponentes del desarrollo de esta privilegiada zona. La Sierra Cabrera constituye el atractivo más singular del término municipal, a apenas 4 km del mar, y con cumbres de más 900 m de altitud.
Tras esta breve digresión, pasamos acto seguido al relato de la magnífica aventura que nos aguarda, como si de las páginas de un hermoso libro de cuentos se tratara. A la salida de Turre, daremos un agradable paseo por las urbanizaciones que en breve tiempo inundarán los alrededores para, tras un primer collado, llegar a una amplia vaguada derecha repleta de naranjos que van a ser prácticamente los únicos árboles de nuestro recorrido, conocido como Ruta Transcabrera. Atravesamos dos pequeños puentes y, a poco de dejar a nuestra izquierda la entrada a Torrecabrera, iniciaremos la auténtica escalada a la sierra.
El kilómetro siguiente nos advierte de lo que nos aguarda con rampas del 15%. Trazamos una herradura derecha y pasamos entre dos peñascos que parecen servir de puerta a un reino árabe que nos recibe con un breve descanso de apenas 100 m. Al llegar a la primera construcción de la Urbanización Cortijo Cabrera, la vista de la rampa de acceso al centro urbano va a producirnos tal impresión que quizás distraiga nuestra atención de las maravillas que el panorama brinda a nuestros ahora asustados ojos. Y, en efecto, el susto estaba justificado pues enseguida tendremos que vencer pendientes del 18%, hasta que demos vista al arco de entrada al mundo encantado de “las mil y una noches”.
La tentación de dejarnos llevar por el mágico entorno va a constituir el mayor obstáculo a la continuación de nuestra aventura. Un aviso: toda la urbanización está en manos de la “pérfida Albión”. Ya no hay entorno que pueda escapar a la voracidad del turismo y acabas sintiéndote como un extraño en tu propia tierra.
Abandonamos este laberinto musulmán y, concentrados de nuevo en los terroríficos 3 km que se oponen a nuestra fuga, hacemos un último intento de seguir gozando de tanta maravilla. Si conseguimos salir indemnes, entraremos en la zona final de la ascensión en la que las rampas continúan, pero alternando ahora con bastantes descansos que nos permiten mantener la vista puesta en lo más alto. Las ruinas de El Dondo nos brindan un panorama espectacular que bien merece un reposo, justificado en este caso. Y es que el tramo final volverá a exigir de nosotros un postrer esfuerzo con tremendas rampas finales que nos acercan a las antenas que coronan uno de los picos que presiden este mundo de ensueño.
Un corto descenso nos deja en un cruce de carreteras: el Collado Cufría. Salimos, por fin, de las bellas páginas de un cuento maravilloso y terrorífico a la vez. Pero ahora los más osados van a vivir un auténtico cuento de terror si se atreven a enfrentarse a ese kilómetro final hasta el Cerro Mezquita. El cartel del 30% en su inicio conseguirá aterrorizar a la mayoría, aunque nuestros datos arrojan “solo” un 26,5%. Y si consiguen el éxito, tras recuperar aliento en la cima contemplando el impresionante panorama, bajarán (igual a pie al ver un nuevo cartel del 30%) a contarnos el final de esta historia más propia de Stephen King que de los cuentos de Sherezade.


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