Localización: Inicio en el puente sobre el río Miera, kilómetro y medio después de Mirones. |
Especificaciones: Carretera en perfecto estado, con señalización lateral que se estrecha un tanto a partir de Merilla. Abundantes sombras hasta la citada localidad que desaparecen en la segunda mitad de la ascensión, donde tan solo encontraremos alguna aislada. Tráfico prácticamente inexistente. |
Fuentes: Solo hay una 200 m antes del inicio pero pasa totalmente desapercibida. Así que mejor llevar el bidón lleno. |
Descripción: Puerto de paso muy poco conocido y no es para menos ya que, aparte de ser una carretera que no aparece en muchos mapas, queda como empequeñecido, rodeado de conocidos colosos como Lunada, Collao Espina, El Caracol o La Estranguada. De hecho, si seguimos un corto descenso por la otra vertiente, podría convertirse en una variante de El Caracol ya que empalma a mitad de camino con la vertiente que asciende a este puerto desde San Roque de Riomiera. Se trata de un puerto de cierta entidad ya que supera los 100 puntos de coeficiente de dificultad. Nos encontramos con un perfil muy irregular que en sus primeros cinco kilómetros comparte ruta con Lunada, El Caracol y una de las vertientes de La Estranguada. No presenta rampas extremas, pero si tramos de cierta exigencia. El primero es el duro repecho de Linto, 3 km para salvar el cortado del Río Miera. Tras llanear por Ajanedo un rápido descenso nos lleva de nuevo junto al cauce del río donde encontramos el cruce señalizado hacia Merilla. Nos esperan un repecho de casi un km y un suave descenso ante de llegar a esa localidad. A su entrada dejamos a la derecha el cruce que lleva al alto de La Estranguada. Hasta aquí el paisaje ha sido muy agreste con grandes cortados en la roca en un entorno espectacular. En Merilla da un cambio radical pasando a ser el típico paisaje ganadero cántabro con interminables praderas e innumerables cabañas salpicando las laderas. El suave kilómetro que tenemos al paso por Merilla finaliza bruscamente tras pasar el cementerio, para encontrarnos con 200 m al 11% de pendiente media que son el inicio de la parte más exigente, un par de kilómetros al 8%. El sinuoso trazado nos permite continuos cambios de vista para ir disfrutando del magnífico paisaje que nos envuelve. Los cinco kilómetros finales son una sucesión de toboganes hasta coronar en un punto poco definido ya que la cota máxima se sitúa en una zona bastante llana. Un puerto para disfrutar de su tranquilidad y paisaje. Muy recomendable. Desde la cima lo mejor es continuar por la otra vertiente ya que se abren varias posibilidades: volver al punto de inicio descendiendo hacia San Roque de Riomiera o buscar el continuar la aventura ascendiendo El Caracol, Lunada o Collao Espina. Como reza el lema de Revilla: Cantabria Infinita. |
Mapa situación: |
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