TARRAGONA ESCORNALBOU, CASTELL DE
Riudecanyes
5924 visitas
Altitud: 586 m Distancia: 5,15 km Desnivel: 410 m Pendiente Media: 7,96 % Coeficiente: 106
VER LEYENDA
COLORES RAMPAS

TA02
Escornalbou, Castell de






Localización: En la localidad tarraconense de Riudecanyes tomamos la TP-3211 que nos lleva al famoso castillo.
Especificaciones: Buen suelo y señalización para una carretera sombreada a tramos y de circulación importante en días festivos. El acceso al castillo se hace por la calzada medieval empedrada: abstenerse los menos hábiles.
Fuentes: Desconocidas. Más vale aprovisionarse en el pueblo de inicio.
Descripción: Esta ascensión forma parte del Reto CIMA, como uno de los puertos más interesantes de la provincia tarraconense. Ella nos acerca a una peculiar mansión señorial de principios del siglo XX, formada por los restos de dos edificios medievales: el monasterio de Sant Miquel del s XII y un castillo, construido encima de una fortaleza romana primero y mora después, aunque se han hallado en la zona restos prehistóricos e iberos. Este paraje, conocido popularmente como la montaña de Escornalbou, que con sus 641 m de altitud donde se sitúa la ermita de Santa Bárbara, es sin duda uno de los rincones más simbólicos del Baix Camp. Aparece ubicado en el contrafuerte oriental de la sierra de la Argentera, y pertenece en su parte más importante al municipio de Riudecanyes. El origen del término Escornalbou no está claro, pero en los pueblos de alrededor circula la historia de que tal denominación proviene de la forma de la montaña, que sería similar a la del cuerno de un buey, como parece atestiguarlo su nombre, que en latín sería cornus bovis.
Este enclave estaba situado entre las tierras cristianas y las musulmanas por lo que sirvió de refugio a numerosos sarracenos que huían de la Reconquista y que fueron expulsados definitivamente a mediados del siglo XII por Alfonso II de Aragón, quien cedió las tierras a la Iglesia. Las únicas condiciones que impuso fueron construir en la montaña un monasterio dedicado a San Miguel. Puesto que la zona estaba rodeada de bosques espesos que servían de refugio a sarracenos y fugitivos, tenía que fortificarse mediante altos muros, por lo que cumplió también funciones militares.
Sin embargo, el monasterio nunca fue muy influyente y poco a poco fue perdiendo relevancia hasta ser cedido en el siglo XVI a los frailes franciscanos. Ellos convirtieron Escornalbou en un seminario que funcionó como tal hasta la desamortización de 1835, quedando luego totalmente en el olvido, hasta que fue adquirido a principios del siglo XX por el diplomático, egiptólogo y filántropo Eduard Toda, quien siguió la moda de la época de convertir edificios históricos en residencias burguesas, en un estilo modernista muy sui generis, al gusto del propietario. Finalmente dicha propiedad pasó a la Generalitat y la Diputación provincial y actualmente es gestionado por el Museo de Historia de Cataluña.
Para acceder a un lugar tan singular, atravesaremos de inicio las calles de Riudecanyes, dejándonos guiar por la perfecta señalización al castillo. En el Km 1 las primeras rampas al 13% nos hacen concentrarnos en nuestro esfuerzo. El pueblo se acaba, y con las últimas casas llega un ligero descanso para recuperar el pulso cardíaco, algo imprescindible para enfrentarnos en el kilómetro y medio siguiente a un tramo por encima del 10% y máximos del 14%: de nuevo a tirar de riñones, metidos entre los pinos que serán de agradecer en las horas de calor. Nos movemos sobre nuestra bici en un baile incesante de continuas rampas, amenizado por las curvas que nos van descubriendo todo el entorno. Hacia atrás se ven las brumas sobre el mar en la zona de Cambrils, varios pueblecillos y un gran espacio donde da gusto respirar; y si miramos arriba ya percibimos el castillo-monasterio que nos reta desafiante.
Poco antes de coronar, se llega al cruce de la vertiente que sube de Argentera y Vilanova. Ahí comienza el intenso desafío final: poco más de 500 m demoledores, con algún tramo cercano al 20%, en el que a falta de público y aplausos que te animen, una señal nos indica 18%... pero lo superaremos al pasar bajo el arco de entrada, rodando por una calzada empedrada hasta la explanada a las puertas del conjunto monumental. Las magníficas vistas y el mágico entorno nos llevan a entender el capricho del millonario de Reus.
Mapa situación:

©