CÁCERES PIORNAL
Cabrero
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Altitud: 1270 m Distancia: 19,4 km Desnivel: 889 m Pendiente Media: 4,58 % Coeficiente: 137
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COLORES RAMPAS

CC02
Piornal




Fotos cortesía de ZIKLO


Localización: Abandonamos la N-110 entre Ávila y Plasencia para tomar a mano izquierda la CC-86 que se dirige a Cabrero. Al empalmar con la que viene también desde el Jerte pero por Valdastillas, tomaremos a la derecha hasta Piornal y la cima del puerto.
Especificaciones: Carretera en buen estado y con señalización horizontal. Buenas sombras y tráfico escaso.
Fuentes: Varias al paso por los pueblos.
Descripción: Nos enfrentamos al ascenso más largo (19 km) al pueblo más alto (1175 m) de la comunidad extremeña. Sin lugar a dudas Piornal se halla en un entorno privilegiado. A caballo entre dos comarcas icónicas de Cáceres, el pueblo se alza sobre la sierra de Tormantos, tocando las nubes en pleno valle del Jerte y limitando con La Vera. Los aires serranos impregnan cada rincón y se extienden por el oeste en terrazas hasta el río Jerte regalándonos preciosas estampas de robles, castaños, piornos y sobre todo cerezos. Estos últimos protagonizan con su floración en primavera uno de los espectáculos naturales más hermosos del mundo. Piornal se transforma así cada año en el blanco de sus cerezos y también el de la nieve en los meses de invierno, atrayendo a miles de visitantes.
No están demasiado claros sus orígenes. Se cree que algunos residuos de habitantes celtas estuvieron por estas tierras sin que fueran molestados ni por romanos ni por visigodos o árabes. La altitud, las dificultades del clima y su precaria economía no les hacían objeto de apetencia por parte de dichos colonizadores.
Piornal surgió como enclave pastoril, ya que los agostaderos (sitios donde pasta el ganado durante la época estival) de la altiplanicie de Tormantos ejercían una atracción permanente para los clanes de familias ganaderas en estas tierras pobres que no podían tener otro destino que ofrecer sus pastos al ganado. Fueran castellanos o leoneses sus repobladores en la Edad Media (hay debate sobre el asunto), lo que parece seguro es que fueron pastores los que, con la construcción de sus majadas y chozas, pusieron la primera semilla del poblado que, por la abundancia del sotobosque de piornos, se llamó Piornal.
Sus vecinos fundaron posteriormente Barrado y Cabrero ante la necesidad del aprovechamiento y dominio de los pastos que descienden por la ladera piornalega. Ambos enclaves eran considerados como barrios de Piornal al que estaban supeditados en lo civil y en lo eclesiástico. Barrado se independizará en el siglo XV y se titulará como villa. A Cabrero conseguir su autonomía le resultó más costoso, lo que no se produjo hasta la Edad Contemporánea.
Por este pueblo pasaremos desde el inicio en el río Jerte en la ascensión que estamos comentando. Podemos dividir el puerto en dos partes bien diferenciadas. La primera de ellas de 10 km llega hasta el encuentro con la carretera de Valdastillas, que parte del mismo valle, manteniéndose la pendiente media en el 5% salvo en el paso por los dos pueblos (Casas del Castañar y Cabrero), donde suaviza, y el kilómetro final antes de esta mitad en que la pendiente media supera el 7%, siendo la más dura de toda la subida. Un breve descenso antes del citado cruce da paso a la segunda parte del puerto, en que las pendientes se mantienen en niveles similares entre el 5 y el 7% que se relajan definitivamente al paso por el pueblo de Piornal y aún más en el tramo final hasta coronar en el punto más alto, junto al Collado de las Vacas.
Citaremos para concluir al personaje más popular de este bonito pueblo, Jarramplas, símbolo de identidad que permanece en el corazón de los piornalegos como sentimiento, unión y anhelo. Él es cada año el protagonista local de sus fiestas invernales que, con orgullo y ataviado con una máscara y un traje de cintas de colores, sale a las calles dispuesto a someterse a una lluvia de nabos y a un tremendo sacrificio físico por todo el pueblo y sus visitantes. No ha sido tanto nuestro sacrificio ni nadie nos ha bombardeado para evitar sentirnos satisfechos al hacer cumbre a 1270 m de altitud, donde nos bastará un primer vistazo a los alrededores para descubrir la belleza salvaje que nos muestran los paisajes montañosos en los que se combina el berrocal granítico con los robledales, brezales y helechales.
Mapa situación:

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