Localización: Estamos en la T-310, justo en el cruce de entrada al núcleo de Pratdip. Y tras 6 km de subida al Coll Roig, abandonamos por la derecha la carretera hacia el Coll de Fatxes para dirigirnos por la TV-3111 al pueblo medieval de Llaberia, perdido totalmente en la montaña. |
Especificaciones: Carretera ancha y señalizada hasta el desvío final, donde se estrecha y desaparece la señalización horizontal. Algunos tramos en sombra nos protegen en una subida en la que el tráfico no es molesto en ningún momento. |
Fuentes: Una al paso por la Ermita de Santa Marina y otra poco antes de alcanzar el punto más alto. |
Descripción: La Sierra de Llaberia forma parte de la Cordillera Prelitoral Catalana, más concretamente de las sierras de Mestral. Completa el anfiteatro montañoso que ejerce de frontera natural entre el Camp de Tarragona y las Terres del Ebre. Tradicionalmente ha sido un territorio aislado y desconocido, pues aunque se encuentra relativamente cerca de grandes centros urbanos, su inaccesibilidad, forjada por un territorio abrupto y escarpado, lo ha mantenido bastante al margen de la actividad humana y le ha permitido conservar sus valores más esenciales, convirtiéndolo en uno de los espacios naturales de mayor valor natural y paisajístico del sur de Cataluña. El pueblecito que le da nombre bien merece nuestro esfuerzo, no solo por formar parte del Reto CIMA, sino sobre todo porque, pese a hallarse despoblado, está perfectamente conservado: sus casas, la iglesia románica de San Juan Bautista y demás edificios (incluido un pequeño museo) han sido restaurados con gran acierto. Es lógico: nadie vive allí de lunes a viernes, pero durante los fines de semana y los veranos sus antiguos vecinos (o sus descendientes) regresan al lugar. Era esta una sierra de leñadores, de pastores y de carboneros reconocidos e incluso célebres como el guerrillero Pere Joan Barceló, el popular “Carrasclet”, quien luchó durante la Guerra de Sucesión a favor del Archiduque Carlos de Austria por los bosques y montañas de esta sierra. Para acceder hasta el privilegiado enclave donde se ubica Llaberia pasaremos por Pratdip o prado de los dips, seres diabólicos, mitad perro, mitad vampiro, que tenían atemorizados a los habitantes del Prat, ya que hacían estragos en el ganado y bebían su sangre. Antes de que nos atrapen nos apresuraremos a ascender, sin ninguna rampa que merezca tal nombre, el Coll Roig, pasando antes por el conjunto arquitectónico del Santuario de Santa Marina, integrado actualmente por cinco edificios: la ermita, la casa de la Font, la casa de los ermitaños, la casa Gran y el antiguo balneario. Esta virgen es objeto de devoción tanto por los habitantes de Pratdip como del resto de pueblos de la comarca, tanto es así que ya desde principios del siglo XVII se organizaban romerías. Es un buen sitio para visitarlo a la vuelta. En el citado Coll Roig deberemos desviarnos a la derecha por una espectacular carretera de montaña de suaves pendientes que nos permitirá disfrutar del paisaje montañoso. Ya veis en la altigrafía que el puerto no esconde ninguna trampa y que es un 2ª categoría de fácil ascenso en 14,4 km para gozar en la montaña. Y al llegar al alto de la Creu, que nadie se quede sin acercarse al fascinante pueblecito serrano de Llaberia, donde nos veremos obligados a responder a la pregunta que su misterioso entorno nos provoca: ¿conoces el silencio? Ven y escucha. Por algo se le conoce como “la joya del silencio”. |
Mapa situación: |
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