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Localización: Nos situamos unos cinco km al norte de Cuenca, en el puente que cruza el río Júcar en la confluencia de las carreteras CM-2105 y CM-2104. Nos dirigimos hacia Cuenca, por la ribera izquierda del río, por una carretera sin numeración, conocida como “Camino de San Isidro”. Km y medio después del puente, encontramos un cruce con una carreterilla sin salida, a la derecha, punto en el que la carretera comienza a picar hacia arriba y ahí situamos el inicio.

Especificaciones: Carretera amplia, con señalización horizontal y en perfecto estado, hasta el desvío pasado el cuarto km. Los dos últimos km los haremos por una carretera muy estrecha, sin señalización y asfalto en deplorable estado, tanto que ha desaparecido en algunas zonas y en otras hay enormes baches y piedra suelta. Hace tiempo que está aprobada su reparación, pero a finales de 2022 aún no hay fecha para la misma. Pocas sombras, aunque alguna hay, y tráfico muy escaso.

Fuentes: Hay una a la izquierda, nada más pasar la ermita de San Isidro, en el km 3,4. Hay otra dentro del recinto de la ermita pero la puerta suele estar cerrada. Y una tercera 250 m después de la anterior, un poco menos aparente, junto a una rampa a la izquierda.

Descripción: Esta ascensión que nos lleva hasta un cerro coronado por unas cuantas antenas, nos ofrece unas espectaculares vistas hacia Cuenca y los cañones de los ríos Júcar y Huécar. La subida más tradicional es a través de la propia ciudad de Cuenca, con dos variantes que confluyen en la catedral y que comienzan en los dos puentes que cruzan el Huécar. Pero si queremos evitar callejear y el consiguiente tráfico, esta alternativa que presentamos, es una buena opción. A nuestro modo de ver, mucho más bonita que la de atravesar la hermosa ciudad de Cuenca en bicicleta. Se recorre y admira mucho mejor, a pie. Nada más comenzar la ascensión, encontramos una zona bastante exigente, por cuanto superamos los dos dígitos de pendiente en varios tramos. Sin embargo, antes de finalizar el primer km, la pendiente se suaviza considerablemente, lo que nos permitirá disfrutar de las incomparables vistas hacia el cañón del Júcar y hacia la propia Cuenca cuando vamos ganando altura. En cuanto pasamos por la ermita de San Isidro, encontramos un corto descenso que nos lleva hasta el barrio de El Castillo, cuya muralla podemos contemplar a nuestra derecha, en la parte alta de Cuenca. Giramos a la izquierda, lo cual por otra parte es obvio, y enfrentamos otra rampa de doscientos metros por encima del 10%. Una vez rebasadas las últimas casas y cuando empezamos a llanear, debemos tomar un desvío a la izquierda, sin señalización alguna. Entramos así en un tramo con pendiente muy cambiante y bastante fuerte en algún punto, a lo que hay que sumar la dificultad añadida del desastroso firme. Los últimos ochocientos metros hasta llegar a las antenas, son muy suaves. Solo queda disfrutar de las vistas.

Mapa situación:

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