PIRINEOS
BAGARGI
Larrau
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Altitud: 1327 m Distancia: 14,3 km Desnivel: 946 m Pendiente Media: 6,62 % Coeficiente: 342
Bagargi



Fotos cortesía de ZIKLO
Localización: La ascensión se inicia en el Albergue de Laugibar, por la D-26 que nos conduce hasta el pueblo de Larrau (Larrañe). A la salida de ese núcleo abandonaremos dicha carretera que asciende al puerto del mismo nombre para tomar, a mano derecha, la D-19 que nos llevará a los Chalets de Irati que se ubican en el Col de Bagargi.
Especificaciones: Carretera en perfecto estado, sólo señalizada en los bordes y la sombra, abundante en la parte baja, nos abandona a nuestra suerte a mitad de puerto, justo cuando empiezan las rampas más exigentes. El tráfico no va a constituir una molestia en ningún momento.
Fuentes: Una a la entrada de Larrau, a mano izquierda. Bares en el alto.
Descripción: Al paso por el Albergue de Laugibar y en un puente sobre el río Larrañe se inicia la ascensión a uno de los puertos más exigentes de todo el macizo pirenaico. Si dejamos el coche en el aparcamiento que aquí se encuentra deberemos recordar a la vuelta que antes de volver a casa es obligado el paseo, si bien más parece una escalada a pie, hasta las impresionantes Gargantas de Holtzarte y su puente colgante, de esos que sólo se ven en las películas de Indiana Jones. Ahora bien, para ello tendremos que llegar descansados, lo que es casi imposible si no nos tomamos nuestro recorrido con la mayor tranquilidad, con ánimo de disfrutar de un entorno espectacular y de una subida que no olvidaremos nunca, especialmente si el astro solar nos envuelve con sus rayos en pleno verano. En nuestro recorrido atravesaremos parajes salvajes y solitarios, montes pelados, bordas aisladas y una tranquilidad que sólo rompen algunos vehículos ocasionales. Así, tras dos kilómetros cercanos al 10% que pretenden dejarnos clara desde el comienzo la envergadura de nuestra aventura ciclista, entraremos en Larrañe, precioso pueblecito que nos enseña orgulloso su pequeño núcleo de iglesia, frontón y pintorescas casas, recién renovadas en mil colores. Fijaos en las curiosas e impresionantes formas que toman las grandes rocas del monte que tenemos enfrente: sí, allí en lo alto el Ori se muestra como el auténtico Señor de las alturas. A la salida del pueblo tomaremos a la derecha en dirección a los Chalets de Irati, y de aquí en adelante seguiremos siempre rectos por una preciosa carretera bien señalizada, primero totalmente sombreada y en descenso acentuado durante dos kilómetros hasta un pequeño e idílico valle donde el topónimo de Les Forges nos habla de un pasado no tan lejano. El siguiente tramo aún nos permite gozar de los magníficos hayedos que nos envuelven y de la ruta apacible por la que transitamos. Según vamos avanzando y subiendo, los parajes que nos rodean irán descubriéndonos pequeños tesoros: la vegetación frondosa primero, las panorámicas desde los montes sin arbolado, arbustos, campos para el ganado y la agricultura, bordas... y, por supuesto, las cumbres pirenaicas cada vez más cerca y más espectaculares: a nuestra derecha las cimas del Etxelu, Beloskarre y Escalera y frente a ellos, a nuestra izquierda el majestuoso Pico Ori y sus 2017 m. de altitud. Pero pronto dejaremos de admirar el panorama ya que la dureza del terreno por el que transcurre nuestro cada vez más cansino pedaleo va a requerir toda nuestra atención. Primeramente, al pasar un puente, la pendiente media se sitúa cercana al 7% durante los siguientes kilómetros para, atravesado un nuevo puente en vaguada derecha y trazada la primera herradura izquierda, entrar directamente en el Infierno. Y es que en ese punto desaparece el bosque y el calor se empieza a hacer insoportable, como si el propio Satán estuviera empeñado en impedir nuestro éxito. ¡Qué 4 kms. se interponen ante nuestras ansias de coronar el coloso! Sólo en una ocasión, 100 m. escasos al pasar junto al único árbol tentador de ese tramo infernal, la pendiente baja del 10% y sus mortales rampas superan en más de una oportunidad el fatídico 14%. ¿Seremos capaces de vencer al Maligno y sus reiterados intentos de que echemos pie a tierra al amparo del primer árbol que tengamos a mano? Menos mal que nuestro deseo de victoria es más fuerte y que tampoco encontraremos ningún árbol que nos sirva de tentación inevitable y nos haga fracasar en nuestro empeño. La subida parece acabar en el Col de Organbidexka, donde además de las maravillosas vistas tenemos un centro para la observación de las aves migratorias. El contemplar en otoño el paso de estas aves puede convertirse en un espectáculo inolvidable, pero eso será en mejor ocasión. Hoy abordaremos el definitivo tramo final, también por encima del 8%, hasta alcanzar, por fin, la felicidad de coronar Bagargi, el hermano pequeño del Larrau. Pues si éste es el pequeño...imaginaos cómo será el grande. Aquí se encuentra, además, la entrada a los Chalets de Irati, que veremos más adelante. Estos chalets se construyeron en 1965 con la forma de refugios de montaña modernos, y, con la ayuda del centro de esquí de fondo abierto en los años 80, se han convertido en la referencia turística de toda esta zona de montaña, como base para excursiones y posterior descanso. Y en eso, en descansar, es en lo que ocuparemos los siguientes minutos mientras entramos en alguno de los bares de la Estación de Esquí más occidental de los Pirineos.
Mapa situación:

 
 Vídeo:
 
 
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