ALPES
BONETTE, LA
Jausiers
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Altitud: 2804 m Distancia: 23,32 km Desnivel: 1588 m Pendiente Media: 6,81 % Coeficiente: 334
Bonette, La



Localización: Se sale de Jausiers, abandonando la D-900 hacia el Sudoeste por la ruta hacia St. Etienne de Tinée y Niza. La subida comienza en el mismo puente sobre el río Ubaye.
Especificaciones: El asfalto se halla en buenas condiciones aunque sin señalización horizontal. Algunas zonas están algo bacheadas pero sin problemas especiales de paso. Solamente el tramo final hasta la Cima de la Bonette está bastante más estropeado por la nieve. Las sombras van disminuyendo según ganamos altura y las praderas de alta montaña nos acaban envolviendo por completo. El tráfico es escaso, aunque bastante habitual para los “motards”. Restricciones de acceso durante casi todo el año por las frecuentes nevadas.
Fuentes: No vimos ninguna en la carretera pero se puede solicitar el líquido elemento en los núcleos habitados, sobre todo en el Restaurante del km 11.
Descripción: Empecemos aclarando, con un poco de historia, los datos que suelen llevar a equivocación sobre este puerto. El emperador Napoleón III mandó trazar esta ruta de carácter militar para unir Niza y Briançon en 1861. Esa primera carretera atravesaba el Col de Restefond a 2656 m de altitud. Cien años más tarde el Departamento de los Alpes Marítimos, dejándose llevar de un chauvinismo exagerado, trazó la nueva ruta aún más alta por el llamado Col de la Bonette a 2715 m y que incluye además un lazo para alcanzar los 2802 m de altitud en la llamada Cima de la Bonette con la pretensión de ser la ruta asfaltada más alta de Europa. Como bien saben los granadinos, no lo consiguieron; aunque los franceses insisten, diciendo que el suyo tiene dos vertientes, o sea, que es un puerto de montaña (col) y en eso sí tienen razón.
Aclarados los conceptos, pasamos a comentar esta larguísima ascensión que se inicia en el mismo Jausiers a su paso por el río Ubaye, muy frecuentado por los amantes del rafting. La subida comienza a ganar en pendiente media de forma gradual alcanzándose ya el 7% en el tercer kilómetro según empezamos a encadenar sucesivas curvas de herradura mientras continuamente se nos recuerda que nos hallamos en “la plus haute route d’Europe”. No nos dejamos asombrar por los carteles y vamos abandonando el verdor de esa zona inicial y dejando atrás sucesivamente los núcleos de Lans y La Chalanette. Un primer bastión rocoso frente a nosotros va a ser superado por una ruta cada vez más estrecha y nuevas y continuas curvas de herradura. La torrentera a nuestra derecha entretendrá en parte nuestros esfuerzos en este tramo de apreciable dificultad en el que nos situamos claramente en las cercanías del 8% de media.
Las praderas de alta montaña comienzan a enseñorearse del paisaje y un gran precipicio a la derecha nos aleja del río, que queda escondido en el fondo del valle. Pasado el Bar-Restaurante Halte 2000 ya no tendremos ninguna posibilidad de encontrar agua: conviene no olvidar este extremo pues aún nos falta más de la mitad de la escalada. Un paso por un puentecillo nos da acceso a un nuevo valle y la vegetación arbórea va desapareciendo por completo. Las marmotas, muy abundantes en esta ascensión, irán surgiendo de improviso para saludar nuestro sufrido pedaleo, mientras parecen disfrutar viendo las penalidades que nos ocasiona romper el encanto y la tranquilidad de su hogar. Una nueva zona de herraduras con rampas ya muy serias por encima del 10% nos van a hacer que ganemos de nuevo altura al superar la zona más dura de toda la subida, hasta alcanzar desde nuestra posición unas vistas magníficas sobre el Lago de Essauprés que queda a nuestra izquierda. Ya estamos acercándonos a los 2500 m de altitud y la nieve puede hacer acto de presencia en cualquier momento, aunque estemos achicharrados por el sol. Las rampas continúan en esta altitud según vamos trazando lazos en la ladera de la montaña rocosa de la izquierda.
Pronto llegaremos a la zona de las Casas Militares de Restefond, lo que parece un fuerte y el área de información. Desde ese punto un largo trazado rectilíneo nos irá mostrando lo que aún nos queda por superar hasta alcanzar primero el Col de Restefond donde ya las pendientes se sitúan alrededor del 6% y nos permiten recuperar el aliento. Al trazar una curva aparece ante nosotros con toda su magnificencia la inconfundible estampa piramidal de la Cima de la Bonette. El último kilómetro antes del Col del mismo nombre apenas si supera el 3%, al paso por los bunkers convertidos en hogar de las marmotas que continúan divertidas jugando a su aire. Al alcanzar ese punto a 2715 m podemos optar por descender hacia la vertiente de St. Etienne de Tinée para no tener que enfrentarnos al muro final que los chauvinistas franceses nos han puesto como regalo definitivo y en el que hasta el 15% nos hace guiños en nuestros aparatos de medición. Ese lazo final que desciende por el otro lado de la pirámide rocosa hacia el mismo Col de la Bonette nos va a permitir alcanzar la cima señera del ciclismo francés y admirar, bien protegidos del frío, uno de los más espléndidos panoramas que se puedan gozar sobre el Macizo Alpino. Ni una sola construcción en ese tramo de algo más de un kilómetro, salvo la estela de granito que indica la cota altimétrica y la breve reseña histórica con que iniciábamos esta descripción. Estamos solos en el cielo y los Alpes parecen descansar a nuestros pies.



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