ANDORRA
GALLINA, LA
Aixovall
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Altitud: 1910 m Distancia: 11,76 km Desnivel: 982 m Pendiente Media: 8,36 % Coeficiente: 263
Gallina, La



Localización: En una rotonda de la carretera CG-1 andorrana, en Aixovall, justo pasado St. Julià de Lòria, se inicia esta ascensión en dirección a Bixessarri-Os de Civís. En el primero de ellos, debemos tomar una pequeña pista asfaltada a mano izquierda hacia el Santuari de Canòlic.
Especificaciones: Carretera ancha y en perfecto estado hasta llegar al pueblo de Bixessarri, donde tomaremos una carretera más estrecha, en perfecto estado también, que tras pasar por el Santuari de Canòlic nos llevará a coronar en el coll de la Gallina. A destacar la escasez de tráfico, sobre todo pasado el santuario, salvo festivos.
Fuentes: Encontramos una a mano izquierda, en el Km 3,5, al paso por Bixessarri.
Descripción: Muy posiblemente los “grandes nombres” a nivel ciclista de ascensiones andorranas los encontremos en la zona norte del Principado. Arcalís, Pal, Cortals d´Encamp, Envalira… nombres que “suenan” tanto a nivel de ciclismo profesional como cicloturista, pero será en esta zona más al sur, a pocos kilómetros de la frontera con España, donde encontraremos “la gallina de los huevos de oro” de las ascensiones andorranas. Esta subida al Santuari de Canòlic y su prolongación hasta el Coll de la Gallina puede ser considerada por belleza, dureza y coeficiente una de las ascensiones más duras e importantes del País de los Pirineos.
El rumor del río de Os de Civís, y un bonito paseo por esas “coquetas” ermitas que se ubican en su valle nos invitarán a subir por estas montañas un tanto olvidadas del territorio andorrano. Lejos de las famosas estaciones de esquí y de sus núcleos de población más importantes es una zona perfecta para el disfrute sensorial. En cuanto coronemos, a más de 1900 m de altitud, la sensación será de placer, desasosiego y libertad… eso sí, unido a un buen dolor de piernas si nos hemos atrevido a subir dando pedales con nuestra “flaca”.
Empezamos la ascensión entre el “bullicio” de los coches de la transitada carretera general andorrana. Ese bullicio se tornará tranquilidad en cuanto nos adentremos unos cuantos metros en el valle que dibuja el río Os de Civís. Los primeros kilómetros de subida los haremos siguiendo su curso, encajonado entre montañas, y con el ruido de sus aguas a nuestra izquierda.
Tras algún “apretón” en forma de rampa de dos dígitos llegaremos, allí por el Km 3,5, al pueblo de Bixessarri, perteneciente a la Parròquia de St. Julià y donde podremos admirar de la pequeña iglesia de Sant Esteve de Bixessarri. Bien vale un “alto en el camino” para disfrutar de su arte y para refrescarnos en la fuente del pueblo, que queda a pie de carretera junto al río.
Será en este punto, y a escasos 50 m de la fuente, cuando tomaremos un desvío que nos indicará en dirección al Santuari de Canòlic. Tras pasar por un estrecho puente, solo tendremos una salida… nos encontramos “encajonados” en el valle y una sola escapatoria: “escalar” esa montaña que se levanta majestuosa a nuestra izquierda.
A partir de aquí nos restan unos 8 km duros y espectaculares, por una carretera estrecha que, dibujando un sinfín de curvas de herradura, nos levantan literalmente sobre el valle y la población de Bixessarri. Si el esfuerzo de las rampas de hasta el 16-18% en varias ocasiones nos lo permite, podremos disfrutar de un verdadero balcón sobre el angosto valle y sus montañas vecinas. Al frente la “casi gemela” ascensión a Aixàs y en dirección norte se intuye el discurrir del río hacia su inicio en Os de Civís.
Tras poco más de 4 km de espectáculo tanto físico como mental, una amplia herradura nos encarará la vista con el Santuari de Canolic. Estamos a finales de mayo justo cuando se celebra el día de Canòlic (último sábado del mes). Eso nos ha permitido compartir la subida con miles de fieles que, cada año y por estas fechas, suben andando al Santuario a celebrar esta festividad, lo que ha dado un toque más festivo a nuestra hazaña.
Sin duda esta carretera tiene sentido para llegar a esta bonita ermita de Santa Maria Canòlic, pero para deleite de nuestra “locura” la ascensión se alarga durante 4 km más hasta coronar el coll de la Gallina. Seguiremos subiendo por una carretera perfecta… ahora ya sí, sin un solo coche. Tras una serie de herraduras el santuario quedará abajo enseguida, pero… ¿aún se puede subir más? Pues sí, un último tramo de unos 3 km por una bonita zona boscosa, acompañado de tramos realmente exigentes, nos llevaran a coronar a más de 1900 m de altitud, a escasos 200 m de territorio español y con la satisfacción de haber superado un auténtico coloso.
La otra vertiente, que nos llevaría de nuevo a Sant Julià de Lòria pasando por Fontaneda, es aún más exigente que esta. Y así tenemos la oportunidad de elegir el sentido de nuestra ruta por este coll de La Gallina…”de los huevos de oro”.
Mapa situación:

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