Inicio en este cruce bien señalizado.

Se puede apreciar la amplitud y buen estado de la carretera.

Paso a nivel sin barreras del histórico tren “de la Robla”.

Aquí comienza el tramo más duro.

Bonito paisaje, tranquilidad absoluta, nada de tráfico, carretera perfecta, ¿qué más se puede pedir?.

Dejamos a la izquierda la entrada hacia el Santuario, pero aún continúa la fuerte pendiente.

Un corto tramo en descenso nos lleva hasta la otra entrada al Santuario .

Parece que la cima está junto a este mirador, pero aún queda un km de suave ascenso.

Magnífica vista desde el mirador.

Final. Lo que se ve a la derecha, son apenas 20 metros asfaltados.

Visitando el Santuario parece que retrocedemos unos siglos en el tiempo.

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