Comentario: Tirano es célebre en el mundo del ciclismo por albergar en sus inmediaciones una concentración difícilmente igualable de muros imposibles: Mortirolo, Trivigno, Padrio, Pra Campo... Pero además también es punto de partida para la subida a un coloso alpino al más clásico estilo de Galibieres, Stelvios y similares. Más de 2300 m de altura, 400 puntos de coeficiente APM, y 15 km finales siempre por encima del 7% (salvo uno), y de ellos 7 que superan el 8%, lo avalan como un objetivo cicloturista de máximo nivel. El único pero es que se trata de un paso alpino de primer orden sin un túnel alternativo, abierto todo el año, con lo que soporta un tráfico que puede llegar a ser intenso. Aún así merece la pena, se recorre un valle abierto, y después de Poschiavo el paisaje de alta montaña es muy hermoso. Los bosques de abetos y alerces van dejando paso a los prados de alta montaña, culminando con la aparición final de los colosos helados del macizo de la Bernina a nuestra izquierda. La altimetría arranca en la rotonda que en el centro de Tirano distribuye el tráfico hacia Sondrio, Bormio y Suiza. Tomamos esta última ruta, comenxando a subir inmediatamente. Como curiosidad en este primer tramo las vías del famoso Ferrocarril Rético, que une St.Moritz y Tirano, van a lo largo de la carretera. Esto mismo volverá a suceder algunos kilómetros más adelante. La pendiente inicial es llevadera y permite calentar las piernas. Al cabo de unos 2 km cruzamos la frontera suiza y proseguimos nuestra ascensión, que va ganando en dureza hasta superar el 8% poco antes de culminar la primera parte del puerto. En el km 8 alcanzamos Miralago e iniciamos un largo tramo llano de 8 km, durante el cual bordeamos el gran lago de Poschiavo, que surge a nuestra derecha. Atravesamos Le Prese y finalmente llegamos a la capital del valle, donde comienza la parte final y más dura del puerto. Dos km de pendiente muy moderada preceden a un largo tramo de pendiente extremadamente regular, con rampas máximas que no superan el 12% pero casi constantemente por encima del 7%. A cota 2066 dejamos a la derecha el desvío a Livigno y la "Forcola" homónima y afrontamos los últimos y revirados 3 km, a través de un espectacular paisaje de alta montaña, que nos conducen al alto del Paso de la Bernina y sus miradores. Pocos metros más abajo está el Hospicio, y desde aquí podríamos descender por la suave vertiente norte hasta la orilla del Inn, en el valle de la Engadina. O bajar unos km por donde hemos subido y afrontar la Forcola de Livigno; continuando hacia Livigno, el Paso Eira y Bormio podríamos completar un circuito espectacular y de la máxima exigencia.
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