Localización: En la variante de Llodio de la A-625, superamos el nudo de salida de dicha localidad, en dirección a Amurrio. Unos 700 metros después, bajo una casa grande, nace una pista hormigonada, con una minúscula señal indicadora hacia Odiaga. Parece que se trata solo del acceso a la casa, pero es el inicio de la ascensión .
Mapa de situación
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Especificaciones: Pista de hormigón, de tres metros de anchura, con zonas de rayado poco profundo y tramos de firme un tanto rugoso. En algún tramo, la parte central está bastante sucia, quedando solo dos estrechos carriles laterales, lo que nos impedirá serpentear para aliviar la pendiente. Todo esto hace que la ascensión sea aún más dura de lo que indican sus ya tremendas cifras. En cualquier caso es superable con bici de carretera, aunque hay que llevar un desarrollo de montaña y estar muy, pero que muy, preparado. Ni intentarlo con suelo húmedo o si ha hecho viento y ha extendido las agujas de los pinos, porque la adherencia es imposible. Sombra en todo el recorrido y tráfico nulo.
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Comentario: Casi 200 puntos de coeficiente para poco más de km y medio, dan idea de lo brutal de esta pared hormigonada que conduce a los caseríos de Odiaga, en la falda sur del Pagolar. Hemos elegido este topónimo, que es el que reza en la señal indicadora del inicio, aunque muchos mapas lo recogen como Udiaga. Digamos en primer lugar que los datos de altimetría están tomados en descenso a baja velocidad, ya que no nos atrevimos a afrontar este tremendo reto, conscientes de nuestras limitaciones, y de que antes o después íbamos a tener que echar pie a tierra, lo que haría imposible reanudar la marcha, dada la enorme pendiente y la estrechez de la pista. Y es que las cifras asustan: tras superar la casa junto al inicio, tenemos medio km al 22% de media, y si consideramos el km completo, resulta que aún estamos en el 20,5%. Cifras brutales, gesta a superar solo por los mejor preparados, ya que a estos números hay que añadir el estado del suelo que agarra bastante. Ahí queda este reto, solo para los elegidos. En la altigrafía hemos preferido indicar la pendiente por hectómetros y solo resaltar algunas de las pendientes más significativas. Tras superar la rampa de acceso a la casa, que es la zona con peor firme, describimos una curva de 90%, para pasar entre la casa y unos cobertizos, encontrándonos con la abrumadora visión de la rampa de 600 metros, casi recta, que en su inicio llega al 30%. No bajaremos prácticamente del 20% (solo hay un punto al 17%), hasta sobrepasar la primera herradura, la cual, incluso por el exterior, tiene una fortísima pendiente. Cincuenta metros de “respiro” al 15%, para volver de nuevo a cifras por encima del 20%. Vienen luego 200 metros al 18% hasta las inmediaciones de la segunda herradura, donde justo antes encontramos el primer punto por debajo del 10%. Tras la herradura, cien metros al 15%, para llegar a un corto descansillo y afrontar la última rampa que también llega a rebasar el 22%, para encontrarnos con una valla que cierra el camino a los caseríos, aunque lo que queda hasta ellos es prácticamente llano. Toda la ascensión la habremos hecho a través de un pinar, pero justo al final salimos a terreno abierto, lo que nos proporciona unas interesantes vistas hacia el sur, hasta los confines de la Sierra Salvada. ¿Quién se atreve?.
Fotos:Inicio en esta rampa de la derecha, poco después de la salida de Llodio, dirección Amurrio.
Rampa inicial, junto a la casa, con el firme un poco deteriorado.
Tras bordear la casa, nos encontramos con el “muro”, que al fondo alcanza el 30%.
Casi recta y pendiente por encima del 20%, aunque no lo parezca.
Tras la primera herradura, baja algo la pendiente, aunque aún sigue siendo muy fuerte.
Pendiente que aumenta de nuevo al 18% .
La zona más suave está a la entrada de la segunda herradura.
La rampa final.
La valla que cierra el paso a los caseríos, aunque como véis, no se asciende más.
Las vistas hacia el sur, con la Sierra Salvada al fondo.
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