Especificaciones: Se trata de una carretera comarcal en un estado aceptable, aunque bastante rugoso. Trafico escaso. En la segunda mitad de la subida escasea la sombra, por lo que hay que evitar las horas centrales del día en verano. En los días más fríos de invierno podemos encontrarnos placas de hielo. No existe cartel de puerto que nos indique el final de la subida. Las pendientes mostradas en el gráfico son cada 100 m.
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Comentario: Se trata de una subida típica de La Alcarria en la que transitaremos por un monte cuya vegetación principal son los chaparros. La subida se inicia junto a las ruinas del Monasterio de Monsalud en la localidad de Córcoles. Este Monasterio cisterciense fue levantado en el siglo XII y cuentan que en él recibió un remedio milagroso el rey Alfonso VIII que venía de conquistar a los moros la ciudad de Cuenca (1177). Durante varios siglos se mantuvo la devoción de esta tierra a la Virgen de Nuestra Señora de Monsalud a la que se atribuían propiedades milagrosas contra males muy diferentes como la rabia, melancolías del corazón o endemoniados. Con la desamortización de Mendizabal fue clausurado y llegó la ruina a este importante Monasterio. En los últimos años se ha restaurado y los fines de semana se pueden visitar todas sus instalaciones como la portería, la iglesia, el claustro y el convento. Después de la visita al Monasterio, el cicloturista afrontará una agradable subida, que le llevará hasta el alto de Casasana, justo antes de llegar a la villa del mismo nombre. Después de un primer kilómetro suave, y una vez que cruce el arroyo de Valdecolmenas, el cicloturista afrontará la parte más dura de la subida. Serán algo más de dos kilómetros en los que tendrá que superar alguna rampa de dos dígitos. Superado este tramo, el cicloturista pedaleará hacia el alto rodeado de campos de labor sin ninguna sombra y con una visión completa de lo que le falta.
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