Comentario: La comarca del Vinalopó Mitjà destaca, además de por sus uvas de excelente calidad, por el mármol que se extrae de sus montañas. Se obtiene de canteras como las que hoy nos ocupan, situadas entre los términos municipales de Monover y L’Alguenya. La altimetría empieza en el PK 25,6 de la CV-840, donde, dejando a mano izquierda la dirección El Rodriguillo y a mano derecha la dirección L’Alguenya, tomamos en ligera ascensión la calle que se adentra en el polígono industrial donde se trabaja el mármol procedente de las canteras que vamos a visitar. Tomaremos la segunda calle a la derecha (km 0,43) siguiendo la indicación de báscula municipal y de varias canteras. Pronto pasaremos junto a la báscula en un tramo llano. En el km 1,08 cruzamos un riachuelo cuyas aguas son saladas en vez de dulces. Esto se debe a que procede del diapiro de Pinoso, que es el monte que tenemos a nuestra izquierda. Un diapiro es una estructura geológica consistente en un afloramiento salino, que desde capas internas ha salido a la superficie, debido a su menor densidad, formando un domo. El de Pinoso mide unos tres kilómetros de diámetro y 300m de altura. Las sales y arcillas que forman el domo son fácilmente erosionables por el agua, dando lugar al profundo barranco del que procede el río y que vemos a nuestra izquierda en tonos rojizos. Estas aguas vienen cargadas de las sales que han disuelto en el diapiro (240 gramos por litro, unas 7 veces más que el agua de mar). Superado el curioso riachuelo, empieza la ascensión, con un primer kilómetro de pendiente contenida (5,8%) en el que disfrutaremos del paisaje de campos de olivos y almendros en la parte baja por la que circulamos y pinar en las partes más altas. En un camino de tierra a mano izquierda encontraremos un cartel que indica la prohibición de coger caracoles en determinadas fechas. La afición que existe de coger caracoles queda bien reflejada en la gastronomía de la zona. No podemos irnos de aquí sin probar el gazpacho de conejo y caracoles. A continuación vienen dos kilómetros más exigentes (9,8% y 8,3%) en los que iremos superando un total de ocho curvas de herradura. Al iniciar las herraduras entramos en el pinar, y en la sexta pasamos junto a una zona de desechos de la cantera en la que una impresionante montaña de bloques de mármol de todos los tamaños se levanta desordenadamente varias decenas de metros sobre nuestras cabezas. La pendiente máxima de la ascensión (15%) se halla en la penúltima de estas herraduras. En el km 4,19, tras una curva, encontraremos un pequeño helipuerto perteneciente ya a las instalaciones mineras de la parte alta de las canteras. Tan sólo 100m después llegamos a un cruce con un cartel que dirige el tráfico: “Camiones. Maquinaria pesada” hacia la izquierda y “Turismos. Autobuses” a la derecha. Contradiciendo a la lógica elegiremos la carretera de la izquierda, ya que esta tiene continuidad, mientras que la de la derecha se adentra ya en las instalaciones mineras y su acceso es restringido. El último escollo de consideración lo encontraremos en el km 4,9 en forma de 200m al 12,6%, tras lo cual continúa una zona de toboganes en la que han dispuesto grandes bloques de mármol alineados a ambos lados de la carretera. Tendremos oportunidad de ver de cerca alguno de los tajos de explotación de las canteras. El punto más alto de la ascensión lo encontramos en el km 5,48, donde hay una antena. El asfalto continúa durante 1,34km más con un par de toboganes. Finalizado este, tendremos frente a nosotros, tupida de pinos, la cima principal de esta sierra, el Algarejo de 1043m. Volveremos por donde hemos venido, a no ser que vayamos en BTT, en cuyo caso podremos optar por alguna de las varias pistas de tierra que partiendo de aquí se dirigen a varios sitios, como Cases del Senyor, Alt Redó, Tres Fuentes u otros lugares.
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