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Josemi Ochoa

Localización: Al final de la calle Gordóniz, que atraviesa el bilbaíno barrio de Rekalde, encontramos una rotonda, punto de inicio de la ascensión.

Mapa de situación

Especificaciones: Carretera amplia, perfectamente asfaltada y con señalización horizontal en el primer km. A partir de aquí, se estrecha bastante y desaparece la señalización, excepción hecha de unos metros a mitad del ascenso. En la parte final el asfalto se vuelve algo más rugoso e irregular, pero no presenta ninguna dificultad para circular por él. Solo algunas sombras en el último km. Tráfico escaso, que puede aumentar algo los fines de semana, ya que es el trayecto típico de subida al Pagasarri, monte muy visitado por los bilbaínos y algunos, bastante “comodones”, ascienden en coche hasta donde pueden. Y como escasean los parkings, aparcan en la carretera, molestando lo suyo ya que no se pueden cruzar dos vehículos si hay uno aparcado.

Fuentes: Una, en el descansillo al finalizar el primer km, a la izquierda, frente al campo de fútbol. También hay alguna en el parque de la derecha. Una segunda, en el barrio de Bentabarri finalizando el tercer km, justo antes del bar Athletic.

Comentario: La ermita de San Roke, situada a mitad de la ladera norte del monte Pagasarri, fue construida en el S. XVI, como consecuencia de una promesa hecha por el ayuntamiento, si remitía una epidemia de cólera que asolaba la villa. Son tres los itinerarios existentes para llegar a este lugar, aunque los dos últimos km son comunes a todos ellos. Esta ascensión desde el barrio de Rekalde presenta una primera parte bastante exigente por cuanto presenta rampas que superan el 20%, aunque con “descansos” intermedios que sin duda más de uno agradecerá.
Apenas a doscientos metros de la rotonda de inicio, encontramos una segunda rotonda donde vamos a la izquierda, abandonando la calle que sigue de frente hacia El Peñascal. Entramos así en un tramo recto, con una pendiente sostenida por encima del 12%, que no tiene ningún descanso hasta el barrio de Artazu donde giraremos por dos veces a la derecha, encontrándonos con cien metros llanos que nos vendrán bien para acometer una rampa que llega al 20%. Terminada ésta, llegamos a un tramo de descanso donde se ha construido un bonito parque e instalaciones deportivas, con magníficas vistas a Bilbao. Otra corta rampa y llegamos a las primeras casas del barrio de San Justo en las que un breve descenso nos deja a la vista la parte más seria de la ascensión. Una dura rampa que alcanza un 22% en el punto en que la perdemos de vista en una curva a la izquierda, pero que aún continúa unos cuantos metros por encima del 17%. Atravesaremos San Justo por terreno llano hasta confluir con la amplia carretera que sube desde El Peñascal. Seguimos ésta a la izquierda hasta encontrar unos metros después la que asciende por Larraskitu que la tomamos hacia la derecha. No hay pérdida, ya que es evidente que si seguimos recto, descendemos hacia Bilbao.
A partir de aquí, la pendiente apenas alcanza el 10% salvo en un par de zonas muy puntuales, circulando junto a algún caserío aislado y pasando por el pequeño bario de Bentaberri, desde donde tenemos unas buenas vistas hacia la desembocadura de la ría. Entramos en zona boscosa y mediado el tercer km llegamos a un área recreativa con parking y un txakoli. Seguimos todo recto, por otra exigente rampa de 300 metros que casi al final roza el 20%. A la izquierda hay un desvío con un fuerte descenso inicial, que es el que debemos tomar. Un tramo de falso llano nos deja en las últimas rampas antes de la ermita a la que llegamos por un corto repecho.