Especificaciones: Carretera asfaltada de unos cuatro metros de anchura hasta Cueto. Luego se estrecha hasta llegar a Recueto. El asfalto en bastante buen estado, aunque en alguna zona acusa síntomas de vejez. A partir de Recueto, pista hormigonada con tres cortos tramos de tierra, sin problemas para la flaca, excepto el primero que tiene bastante pendiente y un firme un tanto malo. Puede que alguien tenga que echar pie a tierra. En cualquier caso, la zona mala tiene menos de cien metros y luego continúa hormigón en buen estado. Hay varias zonas con sombras y del tráfico ni hablamos.
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Comentario: Nuestra idea al acometer esta ascensión, era finalizar en el barrio de Recueto, hasta donde existe carretera asfaltada. Pero al llegar a dicho punto, vimos que seguía una pista hormigonada y el “gusanillo” aventurero nos animó a meternos por ella. En los mapas ya se adivinaba algo y se veían unos tramos que parecían de tierra, como así resultó ser, tal y como hemos explicado antes. Lo que no esperábamos era la dureza de las rampas, ya que en los más de dos km que quedan hasta el final del hormigón la pendiente media supera el 12% y eso que hay varios tramos de descanso. Hasta Recueto, se puede seguir la ascensión en StreetView. El primer km no presenta dificultad alguna y no será hasta llegar al barrio de El Sel donde encontremos la primera rampa que supera los dos dígitos tras trazar una herradura. Y ya hasta Cueto, nada que reseñar, atravesando el barrio a través de una herradura sin apenas pendiente, lo que nos permitirá contemplar a nuestra derecha un curioso pozo barroco del S.XVIII, perteneciente a un desaparecido palacio del Arzobispo de Burgos. A la salida del barrio nos encontramos con una fuerte rampa, tras la que viene un descansillo hasta llegar a Recueto. Antes de llegar a las casas nos encontramos con un cruce triple, donde debemos seguir por el centro, sin llegar a ninguna de ellas. Al poco, entramos en el tramo más exigente, con ochocientos metros al 15% de media, teniendo los doscientos metros finales el 18,5% con máximo del 21%. Al finalizar, llegamos a un paso canadiense y el primer tramo de tierra que es el peor. Comienza con poca pendiente, pero llegando al final, llega a alcanzar el 16% con un suelo muy irregular, lo que puede traer como consecuencia el tener que echar pie a tierra. Sin embargo, solo son unos pocos metros, ya que vuelve el hormigón y con él otra fuerte rampa que llega a un máximo del 20% hasta llegar a un zigzag arbolado y una cabaña junto a la que comienza otro corto tramo de tierra que nada tiene que ver con el anterior, ya que es casi llano y con un firme perfecto. Ya podemos recuperar el resuello en esta zona, porque cuando vuelve el hormigón nos encontramos con una tremenda rampa de más de cien metros al 20% de media. Otro corto tramo de tierra en buen estado y la dura rampa final, similar a la anterior, aunque con un porcentaje un poco inferior. Llegamos así a un collado sobre la ladera conocida como Posadero, de donde hemos tomado el nombre para esta ascensión, ya que dicho collado carece de denominación propia. A partir de aquí sigue pista de tierra y grava hasta otro collado junto al pico Armañón, pista que luego desciende hasta el Santuario del Buen Suceso y el valle de Karrantza. Una pena que no siga el hormigón, porque sería una gran ascensión, con espectaculares vistas.
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Fotos:
En este cruce se inicia el ascenso.
El primer km es bastante regular.
La primera rampa por encima del 10% la encontramos en esta herradura del barrio de El Sel.
Llegando a Cueto.
El curioso pozo barroco del S.XVIII.
Nada más pasar Cueto, encontramos una rampa fuerte.
Un nuevo tramo suave hasta llegar a Recueto.
A la entrada del barrio, tomamos el camino del centro.
La pendiente aumenta rápidamente.
Y sigue aumentando.
Inicio del segundo tramo de tierra.
La rampa de más pendiente, que en su punto máximo ronda el 23%. Lo rugoso del suelo y el “mocordo” central que fue dejando una hormigonera, complican aún más la cosa.
El último tramo de tierra y la última rampa de hormigón.
La pista sigue ladera arriba, pero se nos acabó el seguir con la flaca.
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