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Josemi Ochoa

Localización: En la variante de Amurrio, dirección Orduña, justo en el punto más elevado de la misma, hay una señal grande limitando la velocidad a 70 km/h. A la izquierda está el inicio de esta ascensión. A la derecha queda el polígono industrial de Saratxo.

Mapa de situación

Especificaciones: Hasta Lezama, carretera estrecha con el firme algo deteriorado en el inicio. A partir de la iglesia, tenemos un km de carretera amplia en perfecto estado. Tras el desvío, medio km de carretera asfaltada muy estrecha y el último medio km es de hormigón. No abundan las sombras y el tráfico es testimonial.

Fuentes: Solo hay una en la iglesia de Lezama.

Comentario: Curiosa ascensión que nos lleva hasta una estación de la línea Bilbao-Orduña-Madrid, que en la actualidad ya no cuenta con servicio de pasajeros. Algo que no extraña, porque en las inmediaciones solo hay unos pocos caseríos y bastante alejados. Esta ascensión presenta un perfil totalmente irregular, lo que puede hacer que la tomemos a la ligera, debido a su escaso coeficiente. Pero cuidado, que tiene dos auténticas paredes de casi medio km con porcentajes de hasta el 20%. Contando solo estos dos tramos, el coeficiente sería 66. Todo el trayecto es muy tranquilo, por terreno rural, de prados y bosques.
El primer km es casi llano y lo hemos incluido solo para marcar un punto de inicio claro. Al finalizar este primer km, dejamos un cruce a la derecha y tomamos el siguiente, apenas cien metros después. Volvemos a dejar dos cruces a la derecha que conducen a sendos caseríos y ascendemos una pequeña loma antes de un corto descenso hasta un arroyo. Aquí de pronto, nos encontramos con el primer muro que presenta una pendiente no demasiado constante, pero sin bajar en ningún momento de los dos dígitos y rozando el 20% al poco del inicio. La rampa termina abruptamente al llegar al barrio de la iglesia de Lezama. Iglesia que bien merece una paradita para contemplarla. Inicialmente románica, fue reconstruida totalmente en los siglos XV y XVI, pero aún conserva un magnífico ventanal románico, reubicado en el pórtico y que probablemente proviene de la cabecera de la primitiva construcción. Rebasada la iglesia, vamos a la derecha por un tramo recto y casi llano entre prados, hasta llegar a un establo donde se inicia una dura rampa hacia el barrio de Olamendi. Rampa que no ascendemos, ya que debemos tomar la estrecha carretera que nace a la derecha nada más pasar el establo. De nuevo un ligero descenso y la segunda pared que aparece de inmediato nada más pasar una curva de vaguada. Tras superar dos fuertes herraduras, debemos abandonar el asfalto e ir a la izquierda por una pista hormigonada que al inicio parece suave pero pronto entramos en el tramo final en el que no bajaremos del 15% hasta poco antes de llegar a la estación.