Altigrafía y comentarios enviados por:
Josemi Ochoa

Localización: En La Vecilla, tomamos la carretera LE-321, que en dirección N se dirige al puerto de Vegarada y a la estación de esquí de Riopinos (variante oeste de San Isidro). Tras algo más de trece km, al finalizar el precioso desfiladero de las Hoces de Valdeteja, en una zona conocida como Puentes del Villarín, nace a la derecha una carretera señalizada hacia Arintero. Cien metros después, comienza el ascenso.

Mapa de situación

Especificaciones: Carretera más bien estrecha, con señalización horizontal solo en sus márgenes y asfalto en buen estado. Solo encontraremos alguna sombra aislada y nada de tráfico. La ascensión se puede seguir en Street View.

Fuentes: Solo encontraremos una, al final, y para eso tendremos que atravesar el pueblo hasta el otro extremo.

Comentario: Arintero, otro precioso pueblo leonés condenado a la desaparición, ya que en invierno apenas lo habitan dos familias, dedicadas a la ganadería. Destruido totalmente durante la Guerra Civil, al igual que otros pueblos de esta zona, fue reconstruido por sus vecinos. El nombre de Arintero viene de una mujer, Arientea, que aparece escrito en latín en un documento leonés del año 954. Pero otro acontecimiento, también protagonizado por una mujer le ha dado renombre a nivel nacional a este pueblo. Probablemente habréis oído alguna vez hablar de “La Dama de Arintero”. Quien no conozca la historia, bien haría en indagar por la red para saber de qué se trata. Merece la pena. Solo diremos que a un hidalgo de Arintero, le fue requerido el envío de gente para luchar contra Portugal, en favor de Castilla. Dada su edad, no estaba en condiciones de luchar y tampoco tenía hijos varones, aunque sí siete hijas. Esto le sumió en una gran tristeza, hasta que una de sus hijas pidió permiso para ir a la guerra en su nombre, por lo que tuvo que disfrazarse de hombre. Lo que siguió a este hecho, tendréis que descubrirlo vosotros, porque aquí no hay espacio para ello. Solo decir que la calle del pueblo se llama “Dama de Arintero” y su casa natal se reconstruyó con no demasiada fortuna (pasa casi desapercibida), aunque conserva el escudo. Es el nº6 de la citada calle.
Ascensión sin mayores dificultades, no hay mas que ver el coeficiente, por un paraje precioso y en una paz absoluta. Para disfrutar. Excepto el km final, es un cómodo paseo por el fondo de un valle bastante abierto, con su arroyo, prados, rocas y un magnífico pinar autóctono, de los pocos que quedan por León. Cuando llegamos al cruce hacia La Braña, que queda a la derecha, comienza el tramo duro de esta ascensión. Son 800 metros con más del 10% de pendiente media, que si los afrontamos con un ritmo adecuado, tampoco nos harán sufrir demasiado. Otra cosa es que vayamos muy alegres, confiados en lo cómodos que hemos ido hasta allí. El asfalto, luego continúa hormigón, finaliza con la pendiente, al llegar a la iglesia, primer edificio del pueblo. Si queréis llegar a la fuente, ya hemos comentado que tenéis que ir hasta el final.