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Josemi Ochoa

Localización: Estamos en la N-634, a su paso por Elgoibar en dirección a Eibar-Bilbao. El inicio lo situamos en el último puente que da acceso al núcleo urbano, unos metros antes de la fábrica Sigma.

Mapa de situación

Especificaciones: En el medio km inicial, carretera amplia, con señalización completa, aunque con un arcén bastante escaso. El resto, carretera estrecha, sin señalización y asfalto en buenas condiciones. El medio km final es de hormigón, con buen firme, aunque lleno de pinocha en su parte final. Tráfico importante en la nacional y nulo a partir del primer desvío. Bastantes zonas con sombra, aunque menos de lo habitual por la zona. La ascensión se puede visualizar en StreetView.

Fuentes: Habrá que aprovisionarse antes del inicio, ya que no hay fuentes durante la ascensión.

Comentario: Otra ascensión más en la “mina” de la zona de Elgoibar. Corazón industrial de Gipuzkoa en lo que se refiere a la fabricación de máquina herramienta, esta villa fue fundada en 1346, con el nombre de Villamayor de Markina, cuando Alfonso XI dio permiso para construir una ciudad amurallada en los terrenos del monasterio de Olaso. Este lugar es el que ocupa el actual cementerio, junto al que pasaremos, que conserva como puerta de entrada el espléndido pórtico gótico de la antigua iglesia de San Bartolomé, hoy desaparecida. Posteriormente la población fue desplazándose a la actual ubicación, más cercana al río Deba.
Esta subida se sitúa entre las de Arrate y San Pedro de Idotorbe. Una pena que, a pesar de su proximidad, no se puedan conectar entre sí con bici de carretera. Comenzamos la ascensión en el punto citado y tras medio km por la nacional, la abandonamos al llegar al punto más alto, para seguir por la derecha, junto a un frontón y una parada de bus. Hasta finalizar el primer km, ni siquiera habremos llegado al 7% de pendiente. Pero a partir de ahí, la situación cambia radicalmente, para afrontar un duro tramo que llega al 16%, al paso por los caseríos de Aizpizkar. Luego, hasta el final del asfalto, en los caseríos de Akegi, la pendiente se mantiene en cifras más contenidas, pero aún así exigentes ya que no bajaremos del 8% en ningún punto. Solo queda el medio km final de hormigón que nos asusta con una rampa inicial muy dura, aunque también muy corta. Un par de tramos suaves, separados por una fuerte herradura, nos dejan a las puertas del caserón de Sagarzurieta, al que no podemos acceder, por impedirlo una valla que corta el paso. Al encontrarnos con zonas bastante abiertas, podemos disfrutar de unas interesantes vistas hacia el valle del Deba.