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APM

Localización: En el centro de Moratalla abandonaremos la C-415 para tomar a la izquierda la MU-703 en dirección a El Sabinar y Nerpio, ya en la vecina provincia albaceteña.

Especificaciones: De asfaltado en perfectas condiciones y una anchura de unos 6 m con señalización horizontal, la carretera tiene un tránsito de vehículos inapreciable y, eso sí, arbolado frecuente, aunque no proporciona demasiada sombra sobre nuestras cabezas.

Fuentes: Hay una, la de Juan Blanquilla, poco antes de coronar a la derecha, pero no garantizamos que siempre tenga agua.

Comentario: La tendencia ascendente se inicia en la misma entrada a Moratalla viniendo desde Caravaca de la Cruz, en un puente sobre la rambla del Benamor. Cierto es que la travesía de la “bella desconocida” no reviste especial dureza, ni mucho menos, pero sí que nos va a permitir ir encontrando un ritmo adecuado para la medianamente larga ascensión. En herradura izquierda, en plena calle nos encaminaremos hacia El Sabinar, ya en la MU-703 que, tras corta bajada y en un nuevo puente sobre una acequia, retoma la cuesta arriba. A partir de este punto la pendiente media de la ascensión se sitúa entre un 6-7% constante, sin especiales rampas, aunque es verdad que alguna andará por el 9%. El pinar mediterráneo nos acompaña en el pedaleo, pero ya hemos dicho que la sombra no es, ni mucho menos, tupida sobre nosotros.
Casi en el Km 7, al dejar a la derecha la que sube a la Casa de Cristo, nuestra ruta sufre un fuerte estrechamiento y, lo que es peor, un sensible deterioro del asfalto en la segunda mitad del puerto. Como compensación, la pendiente disminuye notablemente y los 5 km finales nos brindan la oportunidad de avanzar tranquilamente entre los pinos, las ruinas de algún antiguo cortijo y alguna casa de campo aún en uso. Van a ser precisamente los restos derruidos del antiguo Cortijo de Los Álamos los que nos den el aviso de que el collado homónimo va llegando a su fin.
Quizás es éste el momento para volver sobre nuestros pasos y desviarnos apenas un kilómetro para acceder al Santuario de la Casa de Cristo, donde más nos vale no llegar confiados en exceso porque, aquí sí, la última rampa supera con creces el 15%. Las vistas desde su mirador son espectaculares y en las dependencias del antiguo monasterio mercedario podremos visitar un magnífico Centro de Interpretación del Arte Rupestre de la zona.