Altigrafía y comentarios enviados por:
Josemi Ochoa

Localización: Estamos en la N-121-A y situamos el inicio de la ascensión a la altura del cruce hacia Arraitz que es desde donde se comienza a subir de forma continuada.

Especificaciones: Carretera en perfecto estado con señalización completa. Tráfico de cierta importancia en losdos kilómetros de carretera nacional que desaparece totalmente una vez la abandonamos. Sombras abundantes excepto en los dos kilómetros iniciales.

Fuentes: Una a la derecha al paso por Ventas de Arraitz y otra a la izquierda comenzando el cuarto kilómetro.

Comentario: Nada tiene que ver esta vertiente con la del lado norte, algo habitual en todos los puertos de la cornisa cantábrica. Aun así, creemos que merece la pena publicar su perfil. Iniciamos la ascensión poco antes de llegar a Ventas de Arraitz, punto de parada de muchos transportistas que circulan por esta vía. Estamos en la carretera más directa desde la frontera francesa hasta Pamplona y por desgracia para los cicloturistas cada vez más transitada por tráfico pesado, aunque por el momento aún no es agobiante. Ello se debe a las obras que se han realizado en los últimos años, con variantes que evitan el paso por casi todas las localidades. Esto, unido al buen firme y a que apenas tiene curvas, ha hecho que cada vez sean más los transportistas que eligen esta ruta por la que se evitan kilómetros y peajes. Por suerte, este tráfico solo lo tenemos que soportar en los dos kilómetros iniciales. Tras dejar atrás Ventas de Arraitz, tenemos un kilómetro por encima del 5% antes de desviarnos a la derecha y tomar la antigua carretera hacia el puerto de Belate. Nada más pasar bajo la nacional, nos encontramos con la parte más dura de la ascensión que es un repecho de 300 m al 10% de pendiente media. Luego, hasta entrado el cuarto kilómetro, la pendiente se mantiene por encima del 6% a través de un bonito hayedo, antes de suavizarse de forma importante en los tres últimos kilómetros que se convierten casi en un paseo. En este tramo final encontramos el precioso hotel-restaurante Venta de Ultzama con un particular encanto avalado por sus más de 120 años de historia. Logro que solo puede ser garantía de su buen hacer.