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Rodrigo González

Localización: Arrancamos la subida en un bonito puente románico emplazado en la parte baja de La Aliseda de Tormes. Desde ahí, por la calle Puente, subimos hasta el cruce con la Av-941 y seguimos de frente en dirección Navasequilla.

Especificaciones: Muy poco tráfico. Carretera estrecha, especialmente tras pasar Horcajo de la Ribera, cuando además el estado del asfalto empeora notablemente. La mayor parte de la subida es abierta y el viento puede hacer acto de presencia.

Fuentes: Hemos visto una, a la izquierda de la carretera, aproximadamente un kilómetro después de atravesar Horcajo de la Ribera. Además, podemos aprovisionarnos de agua en las fuentes de La Aliseda de Tormes y de Horcajo de la Ribera, así como en las de la inmediata localidad de Navasequilla.

Comentario: La subida arranca con alguna rampa dura por las calles de La Aliseda de Tormes para, una vez atravesado el cruce con la Av-941, suavizarse durante un kilómetro de falso llano ascendente. Salvada esta primera parte nos encontramos con cuatro kilómetros duros, siempre por encima del 5% y con mil metros al 7.6% justo antes del desvío a La Lastra del Cano, que dejaremos a nuestra izquierda.

Hasta llegar a Horcajo de la Ribera, donde nos espera además un agradecido descansillo, habremos alternado zonas de firme rugoso, que se agarra, con otras de reciente asfaltado donde la bicicleta rueda a las mil maravillas. El panorama cambiará radicalmente al atravesar la citada localidad: la carretera se estrecha, el estado del asfalto empeora y las rampas se endurecen. Los baches y la gravilla suelta harán todavía más difícil superar los siguientes 2 kilómetros de subida, donde la pendiente media se sitúa en torno al 8% y menudean la rampas de dos dígitos. Lo más duro, en cualquier caso, todavía está por venir.

Al llegar a la ermita de Navasequilla giraremos a la derecha por un camino de tierra de apenas 50 metros, perfectamente transitable con la bicicleta de carretera -siempre y cuando no haya llovido-, emplazándonos sobre una pista de hormigón rayado que nos llevará hasta la cumbre después de 750 metros de sufrimiento en los que tendremos que superar rampas del 13%, el 14% y hasta el 16%. El esfuerzo habrá merecido la pena, ya que desde las antenas podremos disfrutar de unas vistas privilegiadas de la sierra de Gredos.



Nota: Al llegar a la ermita, cabe la posibilidad de seguir subiendo hasta la localidad de Navasequilla –la más alta de Castilla y León y una de las más altas de España- en lugar de dirigirnos a las antenas. En ese caso tendremos otros 1.100 metros de subida al 5%, coronando a una altitud de 1650 metros.