Altigrafía y comentarios enviados por:
Carlos Gómez Sobredo

Localización: En el Km 53.7 de la PO-552 que une Tui con A Guarda, tomamos el desvío por la EP-3302 en dirección a O Rosal (también hay indicaciones con Niño do Corvo, Muiños do Folón).
Iremos por la citada EP-3302 durante el primer kilómetro, hasta alcanzar el desvío a mano derecha indicado como Niño do Corvo, el cual nos llevará hasta la cumbre.

Especificaciones: Buena carretera y con buen piso (sin arcenes) durante el primer kilómetro por la EP-3302.
El resto será una pista forestal estrecha, con piso irregular y botoso, que discurre por tramos de espeso pinar (sombras) y tramos más descubiertos (hacia el final).
El tráfico es practicamente inexistente en la pista forestal.

Fuentes: Desconocidas. Tener en cuenta que en verano el calor aprieta de lo lindo.

Comentario: "Otra de las ascensiones que podemos hacer partiendo del valle del río Miño. En este caso la ascensión al mirador del Niño do Corvo (nido del cuervo) en O Rosal (y al centro repetidor instalado en su cumbre), en pleno Baixo Miño.
Se trata de una ascensión corta, de una sola vertiente, muy llevadera en sus primeros kilómetros pero que presenta (no iba a ser menos) un duro tramo final de 2 km a más del 10% de media.
Además la ausencia total de tráfico será un aliciente más: tendrás toda la estrecha carretera para retorcerte en el esfuerzo.
Toda la ascensión discurre por el ayuntamiento de O Rosal, donde el microclima templado que le da la presencia del Miño, hace que tenga uno de los mejores vinos albariños, para disfrute, con moderación. También podremos visitar los llamados muiños (molinos)do Folón, una serie de casetas donde se molía el maíz entre dos piedras que giraban por la acción del agua (todos ellos están en fila al lado de uno de los regatos que bajan por las laderas de la montaña).

Después de dejar atrás la EP-3302, que desde la carretera que une Tui con A Guarda, nos conduce a O Rosal, tomanos a mano derecha una pista forestal que nos llevará hasta la cumbre. Carretera estrecha, con firme muy irregular y botoso. Tras un primer tramo durillo entre las últimas casas de Morán, nos adentramos de lleno en el monte, por donde discurrirá el resto de la ascensión.


Pasaremos por un largo falso llano, con partes de bajada, hasta llegar a la segunda curva de herradura donde definitivamente nos olvidaremos del plato grande. Nos esperan 2 km a más del 10%.


Tras dejar atrás la herradura, nos espera una larga recta entre un frondoso pinar que nos aliviará del sol directo. Estamos pasando por una de las zonas más duras de la ascensión, con rampas del 14%.


Ultima parte de la recta


Dejado este último tramo, salimos a una zona menos protegida, pero con trazado bastante rectilíneo, lo que nos hará sufrir todavía más las pendientes de dos dígitos.
Menos mal que ya vemos, al fondo, las antenas del alto.
A nuestra derecha podemos gozar de buenas vistas sobre el valle del Miño.


Así discurrirá la ascensión, entre tramos con espeso pinar y tramos más abiertos.
En ciertas épocas del año, la maleza que crece a ambas partes de la carretera sólo nos dejará un paso de apenas 2 m: no en vano esta carretera sólo es de servicio a las antenas de su cumbre, y carece prácticamente de mantenimiento. Sólo es en épocas de incendios cuando limpian ambos márgenes.
Aquí veis el tramo final


Una vez en el alto, volveremos por donde subimos, a no ser que llevemos la BTT: no en vano, es más facil que te cruces con un “Betetero” que con un coche u otro cicloturista. Si seguimos por el sendero de tierra llegaremos a un mirador, donde las vistas sobre ambos valles y la desembocadura del Miño en el Atlántico nos deleitarán después del corto pero intenso esfuerzo.
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