MÁLAGA SIERRA BLANCA
Río Genal
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Altitud: 1127 m Distancia: 12,52 km Desnivel: 619 m Pendiente Media: 5 % Coeficiente: 165
 

Altigrafía y comentarios enviados por:
Miguel Baeza y Martín Cerván

 

Localización: El ascenso de este puerto que hemos denominado Sierra Blanca -por la vecindad de la cima a la sierra así conocida- parte en la pista que une precisamente Pujerra con la vecina localidad de Júzcar atravesando el río Genal.
Enlazamos con la MA-527 hasta que poco antes de llegar a Igualeja nos desviamos a la derecha por una carretera recién asfaltada que conecta con la A-376.


Especificaciones: La pista se halla en un estado aceptable en conjunto, aunque con tramos deteriorados por la lluvia. Se recomienda llevar un desarrollo adecuado, pues no podremos ponernos de pie en las rampas más duras.
El asfalto, de entre 4 y 7 m. según los distintos tramos, está en perfecto estado aunque carece de arcén. Cuenta con señalización vertical y horizontal, aunque por momentos desaparece.
El tráfico es casi inexistente (excepto en el último km. y medio) y las sombras escasean durante toda la subida.

Fuentes: Ninguna hemos localizado a lo largo de la subida. No obstante, en caso de necesidad, podemos encontrar varias en Igualeja.

Comentario: Aunque los primeros kilómetros no están asfaltados –por poco tiempo, según parece- bien merece la pena intentar el ascenso desde el río, pues alberga unas buenas rampas, incluyendo un tramo de 700 m. a más del 13% de media y con máximas del 20% que hará las delicias de los “pedales” más exigentes.
Partimos, como decíamos, desde el río, a la vera de los restos del Molino del Puente, que se encuentran en muy mal estado de conservación, y al instante aparecen sin demora las rampas de dos dígitos, antesala de la primera herradura del puerto.
A medida que llegamos a la curva, podemos observar por encima de nuestras cabezas el pueblo de Pujerra, a la par que la dirección que toma la carretera nos aleja momentáneamente del mismo. Poco a poco hemos abandonado la vegetación de ribera para adentrarnos en un bosque mediterráneo, formado por encinas o alcornoques y que luego dará paso a los tan característicos castaños del Valle del Genal.
Se van sucediendo rampas fuertes y descansillos hasta que la carretera termina decantándose por lo segundo durante unos cientos de metros. Y será después de pasar una segunda vaguada y de afrontar un tramo de descenso cuando afrontaremos la parte más dura de la pista. Se trata, como decíamos, de unos 700 m. de máxima exigencia, sobre todo porque la pista no nos permite ponernos en pie justo cuando las rampas alcanzan su máxima pendiente.
Lo más sensato, desde luego, es echar mano del tercer plato para hacerle frente a la cuesta, sobre todo a partir de la herradura, cuando nos topemos con una larga zona más o menos rectilínea cuyo final no se atisba, en un principio, a causa de algún cambio de rasante y que nos deja justo en el cruce con la carretera MA-527, donde encontraremos un merecido descanso para nuestras piernas y nuestros riñones.
Al girar a la izquierda comenzamos un descenso de algo más de 2 km. que nos situará, tras sortear alguna vaguada, en el puente sobre el río Seco. Es aquí donde retomamos el ascenso que, en un principio no presentará excesiva dificultad. Pero justo cuando aparece ante nuestros ojos el pueblo de Igualeja, al que no entraremos por esta vez, y giramos a la derecha en un cruce que forma una espectacular herradura, nos topamos con la que es, sin lugar a dudas, la parte más dura del puerto.
Afrontaremos 1 km. de máxima exigencia como muestran sus números: casi un 12,5 % de porcentaje medio y rampas de hasta el 20 % en su primera parte.
La carretera asciende decididamente y prueba de ello es la visión de la vaguada que abre el río Seco muy por debajo de nosotros con la carretera por donde, hace unos instantes tan sólo, acabamos de transitar alegremente.
De nuestro lado desaparecen repentinamente los castaños cediendo su lugar a pinos y encinas, aunque luego reaparecerán de nuevo.
Un leve descansillo a poco más del 6% nos concede una leve tregua que muy pronto vuelve a verse interrumpida por nuevas rampas de dos dígitos. En efecto continuaremos con algo más de 1,5 km. por encima del 9% de manera bastante regular, por lo que no conviene que nos confiemos pensando que ya hemos superado el puerto.
Poco a poco iremos abandonando la vegetación que nos ha venido acompañando en todo momento, para introducirnos en un pedregal perfectamente escoltado por las cumbres de la Sierra Blanca, con los 1.416 m. del Cascajares a la cabeza.
Un nuevo y corto descanso nos deja junto a una cantera de mármol en lo que serán los últimos 900 m. antes de llegar a la A-390. Es un buen momento para contemplar la grandiosidad del paisaje, con el Valle del Genal al Oeste y sus pueblos, pequeñas manchitas blancas, en las laderas de las montañas allá a lo lejos.
Al llegar al cruce –que forma una nueva herradura- debemos extremar las precauciones, pues la carretera que une Ronda con San Pedro de Alcántara soporta un gran volumen de tráfico.
Notaremos que la pendiente ha ido cediendo paulatinamente aunque, tal vez, nos encontraremos con una nueva dificultad que nos viene molestando desde hace un rato y cuya presencia es ahora más patente: el viento. Estamos en una zona muy abierta donde suele soplar con brío.
Al salir de algunas curvas podremos ver una caseta que hay en la cima y un monumento –en forma de cruz de hierro tumbada- dedicado al poeta Rainer María Rilke, quien escribiera de la capital de la serranía aquello de “he buscado por todas partes la ciudad soñada, y al fin la he encontrado en Ronda”.
Poco nos queda a nosotros también para encontrarla, pues una vez coronado el puerto, tan sólo tenemos que dejarnos caer en largo y tendido descenso hasta sus calles sin dar prácticamente pedales.
Una lástima, eso sí, que no pudiéramos seguir subiendo por una carretera asfaltada que sale poco antes de llegar a la cima y que lleva, como mínimo, hasta otra cantera situada a unos 1.250 m. de altitud en 1,7 km. con rampas muy por encima del 10%. Y es que el acceso es restringido tan sólo para los operarios de la misma.

Fotos:

Comienzo en el río Genal:


Los restos del molino:


Empezamos el ascenso:


Pronto aparecen las primeras rampas duras:


Y llegamos a una de las pocas herraduras del trayecto:


Abajo, a la izquierda, la pista ascendiendo hasta Júzcar. Al fondo, los “Riscos de Cartajima”, una formación rocosa similar a la del Torcal de Antequera:


Aunque con algunas piedrecillas sueltas, la pista es ciclable con la flaca:


Poco antes de concluir el segundo km. nos encontramos con una serie de descansillos:


Entre descansillo y descansillo hay buenos repechos:


Hermoso panorama del valle:


A la derecha ya podemos ver el repecho al 20% que pronto tendremos que superar:


Pero antes nos topamos con alguna rampa interesante con la dificultad añadida del estado de la pista:


Atravesamos alguna vaguada:


Luego de un largo descansillo, afrontamos el tramo más interesante de la pista. 700 m. a más del 13% de media:


Arriba Pujerra. Las rampas aquí llegan al 20%:




La pendiente suaviza muy levemente:


Altimetrías de Puertos de Montaña
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