MÁLAGA PUERTO MARTÍNEZ
Casarabonela
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Altitud: 736 m Distancia: 11,04 km Desnivel: 557 m Pendiente Media: 5 % Coeficiente: 95
 

Altigrafía y comentarios enviados por:
Miguel Baeza y Martín Cerván

 

Localización: Comenzamos en el puente sobre el Arroyo Casarabonela en la A-354. Desde aquí buscamos Casarabonela y, una vez en el pueblo, seguimos ascendiendo en dirección a El Burgo y Ardales hasta que coronamos el puerto:


Especificaciones: Esta vertiente cuenta con un asfalto en perfectísimas condiciones. Hasta que salimos del pueblo está completamente nuevo, después de una remodelación terminada hace un par de años. Además, se trata de una carretera bastante ancha, de unos 7 m. que se reducen a 5,5 m. aproximadamente al entrar en Casarabonela. A su salida, se reduce aún más el ancho, aunque el tráfico, que en el primer tramo suele ser abundante, se ve drásticamente reducido.
Sombras las encontraremos en tramos aislados, aunque la casi totalidad del puerto permanece desprotegido de los rayos del sol.

Fuentes: Durante el ascenso nos encontramos con dos fuentes, la primera a la entrada de Casarabonela en el km. 4; la segunda, en una curva de herradura ya dentro del pueblo varios cientos de metros después.

Comentario: Comenzamos el ascenso de este puerto en el nuevo puente sobre el arroyo Casarabonela, si bien es cierto que desde el cruce de Zalea la carretera ya sigue una tendencia ascendente, en ocasiones rota por algún que otro descansillo.
En cualquier caso es en este punto donde se decide a subir sin apenas interrupción. De hecho, son estos primeros km. los de mayor dificultad a pesar de que el asfalto permite a nuestras ruedas deslizarse con suavidad.
Asciende la carretera trazando varias curvas muy amplias, seguidas de largas rectas, manteniendo siempre una pendiente muy uniforme, hasta el punto de que la máxima en el segundo km. es del 10% y la media ronda el 8%. No obstante, la dificultad irá menguando a medida que nos acerquemos al cruce de Alozaina hasta llegar a convertirse en cómodo descenso durante unos cientos de metros poco después del mismo.
A estas alturas ya estaremos completamente embelesados con la estampa de Casarabonela, cuyas casas blanquean las faldas de la Sierra Prieta con su inmaculada cal. Según dicen algunos, el nombre del pueblo se debe a Julio César, aunque su origen directo y tal vez más cierto parece ser el árabe Qasr-Bonaira.
El caso es que esta coqueta localidad malagueña guarda numerosos vestigios de su dilatada historia tales como la puente, de época romana y remozado en épocas posteriores, las ruinas del castillo árabe (s. IX) del que perduran algunas torres y restos de su muralla, la iglesia de Santiago Apostol (s. XVI), las ermitas del Calvario (s. XVII) y de la Veracruz (s. XVIII) y esto por enumerar tan sólo los más destacados. Aunque lo que más nos llama la atención por su evidencia es el aspecto del pueblo, que conserva a la perfección la fisonomía típica árabe de callejas blancas y estrechas.
Retomamos la subida y pronto reaparecen las herraduras. Es indescriptible la sensación que produce la entrada a Casarabonela jalonada de flores de variopinto color y exquisitas fragancias. Entre curva y recurva, además, también nos reconfortamos con la visión del valle del Guadalhorce y la carretera que hemos dejado allá al fondo.
Especialmente pintoresca nos parece la herradura junto a la fuente y el arco del Calvario, ya en el pueblo. Poco después, llegamos a un cruce en que abandonamos la carretera ancha –ya a la entrada del pueblo se ha estrechado notablemente- para tomar la que nos conduce hasta la cima del puerto.
Si lo que hemos visto hasta ahora nos ha gustado, todavía nos queda lo mejor. Al poco de abandonar Casarabonela llegamos a una nueva sucesión de revueltas que nos van a regalar una nueva y excelente panorámica del pueblo. Luego, después de atravesar una zona bastante desprotegida en la que se conservan los vestigios de unos quitamiedos antiguos, nos adentramos en un pinar, a la par que la pendiente se sitúa siempre cercana al 5%.
Poco a poco iremos trazando un giro hacia la derecha y nuevamente Casarabonela nos regala una nueva fotografía, mientras nos aproximamos a la última herradura del puerto. En días claros, no es extraño atisbar desde aquí las cumbres de Sierra Nevada junto a las más próximas de Sierra de Tejeda.
El giro a izquierdas en la herradura nos sitúa definitivamente en dirección al puerto, aunque aún nos quedan un par de km. serpenteantes que ascienden remontando una vaguada entre un precioso pinar, paraje afeado –todo hay que decirlo- por la presencia inevitable de las modernas torres metálicas que sostienen el tendido eléctrico.
A medida que vayamos ganando la cima del puerto, se irá abriendo el paisaje, como es natural, hasta que, tras pasar junto a un restaurante que parece abandonado, alcancemos el collado a 736 m. de altitud.


Fotos:
Llegamos al arroyo Casarabonela y da comienzo la subida con la Sierra Prieta al fondo:




El primer kilómetro nos ayuda a poner los músculos a tono:


Carretera en perfecto estado y alguna que otra rampa interesante cuando vamos a afrontar el tramo más duro del puerto:


El segundo km. al 8% es digno de tener en cuenta:


Amplias curvas sirven para adornar las todavía primeras estribaciones del puerto:




Baja la pendiente y llegamos al cruce de Alozaina:


Ya en un breve descenso Casarabonela nos muestra todos sus encantos:


Zona de curvas anterior al pueblo:




Las flores que adornan la entrada del municipio nos dejan una gratísima sensación:





Última herradura antes de entrar en el pueblo:


Y ésta dentro de Casarabonela con el arco del Calvario a la izquierda y la fuente homónima a la derecha:


Echamos un vistazo desde el mirador también llamado del Calvario para comprobar cuánto hemos ascendido:


Al pasar por una vaguada salimos del pueblo:


Y al poco una nueva sucesión de paellas:


Desde una explanada que hay en la tercera obtenemos una buena panorámica del pueblo, una más de las muchas que aún nos quedan por disfrutar:


Al poco nos introducimos en un pinar:


La pendiente siempre próxima al 5% nos permite disfrutar cada pedalada:




Poco antes de torcer la última de las herraduras que adornan la carretera, una tímida rampa al 14% intentará ponernos en apuros:


A medida que vamos girando hacia la derecha…


Ganamos una nueva perspectiva sobre Casarabonela:


El pueblo asoma incluso entre los pinos que sombrean la curva:


Después de la herradura a izq


Altimetrías de Puertos de Montaña
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