Comentario: Puerto clásico del Giro de Italia que, a la sombra de colosos cercanos como Gavia, Stelvio o Mortirolo puede llegar a parecer fácil. En efecto, no llega a alcanzar las pendientes de estos últimos, pero una subida de 15 km (o más, según el punto en que empecemos a medir) con pendientes constantes en torno al 6-7% no es nada desdeñable. La altimetría comienza en el cruce con la carretera SP87, que conduce a la Val di Pejo y el Parque Nacional del Stelvio, en las inmediaciones de Cusiano. Aquí comenzamos a remontar la Val Vermiglio, encajonada entre el grupo del Ortles-Cevedale al Norte y el macizo de Adamello-Presanella al sur. Precisamente es la impresionante cara norte de la Presanella (3558), cubierta de glaciares, el telón de fondo de esta subida. Inmediatamente atravesamos el pueblo de Fucine, en cuyas calles la pendiente ya se hace notar, aproximándose al 7%. Así se mantendrá, constante y sin un metro de descanso, hasta el núcleo de Vermiglio, en cuya salida, en el km 5, encontraremos un breve tramo de reposo. Este pueblo alberga un "museo de la guerra", recordándonos que estas montañas fueron escenario de encarnizados combates entre italianos y austríacos durante la Primera Guerra Mundial. Desde aquí la carretera se interna en el bosque, y siguiendo un trazado bastante rectilíneo, la pendiente se va incrementando, superando el 7% durante tres kilómetros. Durante el último tercio de la subida los porcentajes van disminuyendo al tiempo que el bosque se aclara, y ya en las inmediaciones del alto alcanzamos un merendero-mirador desde el que gozar de las impresionantes murallas de roca e hielo que lo dominan. Continuando nuestro camino, la carretera ya prácticamente llanea según entra en las urbanizaciones de la estación de esquí. La visión de los rascacielos a casi 2000 m de altura agriará un poco el final de una agradable ascensión, que puede servir de aperitivo para la algo más exigente del Passo Gavia.
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