HUELVA CERRO DE SAN CRISTÓBAL
Gil Márquez
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Altitud: 891 m Distancia: 17,77 km Desnivel: 628 m Pendiente Media: 3,5 % Coeficiente: 163
 

Altigrafía y comentarios enviados por:
M. Baeza, B. Rite y M. Cerván

 

Localización: Como punto de referencia podemos tomar la localidad de Valdelamusa, si accedemos desde el Sur de la provincia por la HV-7100 o bien Almonaster procedentes de la N-435 o de la N-433, en cuyo caso habría que descender un buen trecho previamente para emprender el ascenso desde la base del puerto.

Especificaciones: Carretera ancha en principio (6 m.) con señalización horizontal y vertical con un exiguo arcén hasta Gil Márquez. Desde esta localidad hasta la entrada en Almonaster la Real el firme se estrecha (a unos 4 m.) y pierde la señalización horizontal. Desde la salida de Almonaster hasta el cruce a las antenas de la cima el piso vuelve a mejorar, pero, una vez nos desviemos por la pista asfaltada que sube hacía lo alto del Cerro, el mal estado del firme, que podríamos definir como “apolillado”, será protagonista lamentablemente para nosotros en varios tramos de la parte final del ascenso.

Fuentes: Hay una pequeña fuente escondida tras cruzar el puente a la entrada de Almonaster a nuestra izquierda, pero su acceso resulta algo complicado. Podremos, con todo, abastecernos de agua en cualquier bar del pueblo.

Comentario: Nos encontramos, sin lugar a dudas, ante la vertiente de mayor dificultad que presenta el ascenso al onubense Cerro de San Cristóbal.
En un puente sobre el río Rivera de Olivargas vamos a emprender nuestra larga marcha –casi 18 km.- con un par de km. por encima del 7% de pendiente media. Un comienzo de cierta exigencia a lo que hay que añadir el rugoso estado del piso. Embriagados por un delicioso aroma a pino y eucalipto, alcanzamos un primer altillo con algunas pulsaciones de más, fruto de este primer esfuerzo.
A nuestra derecha atisbamos ya el objetivo que nos hemos propuesto alcanzar: en efecto, hasta allí arriba, donde se ubican aquellas antenas, habremos de escalar. Pero antes un primer respiro con un breve descenso y un falso llano hasta alcanzar la pequeña aldea de Gil Márquez, justo en el cruce hacia Cortegana –que no está, por cierto, indicado-, a cuyo duro ascenso os emplazamos para otra ocasión.
Rápidamente dejamos atrás Gil Márquez y nos disponemos a descender durante casi dos kilómetros hasta que alcancemos un puente de nueva construcción en vaguada. A partir de este momento la carretera vuelve a retomar la tendencia ascendente. En este punto el pinar se hace más denso, a la par que se alternarán alcornoques y encinas.
Por rampas que apenas sí alcanzan el 5% alcanzamos y dejamos atrás el desvío hacia El Manzano. Remontamos ahora el curso del río Rivera de Almonaster, jalonado por alguna que otra vaguada. No nos toparemos aún con rampas de entidad, aunque no conviene derrochar energías teniendo en cuenta que lo mejor está por llegar. Este tramo nos resulta muy agradable, pues pedaleamos rodeados de una tupida vegetación. Notaremos, además, cómo la pendiente irá in crescendo hasta que lleguemos a Almonaster la Real.
Ya en Almonaster, donde atravesamos un duro tramo empedrado, nos llama poderosamente la atención la estampa de la fortaleza, de origen árabe y fechada en el s. XI. Adyacente a ésta, se levanta una preciosa mezquita (ss. XI-XII) en cuya edificación se aprovecharon –como es habitual en estos casos- elementos de edificios anteriores, en concreto de época romana y visigótica.
Casi sin darnos cuenta –de no ser por el traqueteo del empedrado- salimos del pueblo. Abandonamos un desvío a la izquierda en dirección a Cortegana a la par que trazamos una herradura y encaramos un último descenso rodeando Almonaster antes de llegar al cruce que nos conducirá hasta las antenas.
“Comienza el infierno” es lo que puede leerse en alguna de las pintadas que aún conserva el asfalto y, bien es cierto, no es para menos. En efecto, nos enfrentaremos a unos últimos 4 km. de impresión con rampas contínuas de doble dígito. Dos rectas separadas por un par de herraduras nos dan la bienvenida con puntas del 19%, ahí es nada.
Fijamos nuestra mirada en la rueda delantera y empezamos a dar chepazos a uno y otro lado hasta que conseguimos llegar a un descansillo en el que hay que estar alerta con los cánidos que habitan las fincas próximas, no sea que nos llevemos un susto. Cogemos aire y contemplamos el entorno con una vegetación formada por matorral bajo, encinas y algún que otro castaño que adorna el otoño en el San Cristóbal.
Poco dura esta tregua, pues nos espera aún el tramo de máxima dificultad de esta subida: se trata de un tramo con unas primeras tres herraduras y una cuarta con una larga recta intercalada en que la pendiente llega a situarse en el 20%.
Sufrir este calvario nos habrá merecido la pena cuando, tras una rampa del 15%, alcancemos un altillo con unas sensacionales vistas panorámicas. Sin embargo, la carretera continúa en leve descenso y nosotros con ella. Mas aquí hemos de poner nuestra máxima atención, pues se estrecha y aparecen una serie de socavones inesperados por hallarse ocultos a nuestra vista, a lo que hay que añadir que algunas ramas de pino pueden causarnos algún que otro contratiempo.
Ya tan sólo nos queda por superar una última rampa al 12%, justo antes de coronar al lado de las antenas, para poder afirmar que hemos ascendido, sí o sí, el puerto más duro de la provincia de Huelva.
Una vez arriba podemos deleitarnos con las vistas de la sierra hacia el Sur de la provincia desde los dos miradores ubicados en la cima, llegándose a atisbar en días claros, según nos cuentan, las azules aguas del Océano Atlántico.


Fotos:
Comenzamos el ascenso en el puente sobre el Rivera de Olivargas:


Después de un par de km. exigentes, coronamos un altillo:


Y desde el altillo ya atisbamos las antenas en lontananza:


A la salida de Gil Márquez giramos a la derecha:


Después de una cómoda bajada alcanzamos este puente en vaguada y continuamos el ascenso:


Nos encaminamos hacia El Manzano:


Un nuevo descenso tras dejar atrás El Manzano:


En la suave subida que retomamos nos toparemos con varios puentes:


Y con alguna vaguada:


La mezquita en primer término y detrás las antenas llaman poderosamente nuestra atención:


Pero aún nos resta mucho por subir... y por sufrir:


Un rápido vistazo a nuestras espaldas:


Y entramos en Almonaster la Real:


Donde nos recibe un tramo empedrado ascendente:


Salimos del pueblo en este cruce que forma una herradura:


Aún nos resta un tramo de bajada:


Hasta llegar a este puente en vaguada:


Retomamos la escalada y pronto un cartel nos anuncia hacia dónde debemos desviarnos:


Por si alguien tenía dudas...


He aquí el inicio de la subida a las antenas desde la mezquita:


La primera rampa nos deja “listos de papeles”:


Una ojeada atrás nos regala fantásticas panorámicas:


En la segunda herradura el piso empieza a dejar que desear, aunque de momento está perfectamente practicable:


Altimetrías de Puertos de Montaña
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