Altigrafía y comentarios enviados por:
Miguel Baeza y Martín Cerván

Localización: La subida comienza en las inmediaciones de La Puebla de los Infantes, en el cruce de la antigua SE 146 con la nueva que discurre junto al Embalse de José Torán.

Especificaciones: El piso está actualmente en mal estado y con gravilla, aunque está siendo reparado. Carece de señalización horizontal, pero no de vertical. Las sombras escasean durante toda la subida y el tráfico es prácticamente nulo.

Fuentes: No hemos observado ninguna. Es preciso abastecerse de agua en Lora o en La Puebla.

Comentario: Más corta aunque con rampas más duras que la Sur, es ésta vertiente Norte de la Cuesta del Sanguino. Nada más comenzar a subir un cartel que indica rampas de 10% nos advierte –exageradamente- de que la carretera alcanza fuertes pendientes.
En realidad se trata de unos 2,5 km. a poco más del 5%, aunque hay escondidos algunos tramos que agarran de lo lindo, algo en lo que también tiene que ver sin duda el estado de la carretera.
Llamó poderosamente nuestra atención la preciosa vaguada que hay al poco de comenzar el segundo kilómetro, una zona especialmente húmeda en una sierra bastante seca. Luego se siguen, entre continuas curvas, las que tal vez sean las rampas más duras del puerto y que van a parar a un precioso mirador con vistas sobre el Embalse de José Torán.
A partir de ahí, el olivar será dueño y señor de las lomas circundantes –tan sólo unos eucaliptos aislados servirán de contraste- y la pendiente irá cediendo paulatinamente hasta convertirse más bien en un falso llano.
Así pues, coronar no nos supondrá ya mayor esfuerzo, pero advertimos de que, tal y como está la carretera, el descenso no será precisamente un alivio.

Primeras rampas del Sanguino con su inicio abajo, en el cruce:


Nos encontramos en la típica carretera de la Sierra Norte de Sevilla…


…Carretera estrecha, quitamiedos blancos y gravilla:


Puente sobre la curva de vaguada al inicio del segundo km.:


Aunque es poco el desnivel que se gana, se domina completamente el entorno:


Las rampas no son duras, pero se trata de ese tipo de carretera que agarra:


Los olivos son compañeros incansables del ascenso:


Algún repecho supera el 8%:


Después de más de dos km. de ascenso, bien merece la pena asomarse en este mirador sobre el Embalse de José Torán:


Afrontamos un descansillo:


Y coronamos tras un último repecho: