JAÉN COLLADO DE LA TRAVIESA
Norte
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Altitud: 1386 m Distancia: 8,59 km Desnivel: 394 m Pendiente Media: 4,6 % Coeficiente: 86
 

Altigrafía y comentarios enviados por:
M. Baeza, B. Rite y M. Cerván

 

Localización: El puerto comienza aproximadamente en el km. 36 de la carretera transversal de la Sierra de las Villas, conocida como “Cagalera de la Muerte” entre los lugareños debido al sin fin de curvas que la adornan, a sus barrancos y a su estrechez. Tomamos como referencia el lugar conocido como Charco del Aceite, a unos cuantos km. de la presa del Tranco de Beas.


Especificaciones: Carretera estrecha, de unos 4,5 m., y con gravilla suelta en algunos tramos. Carece de señalización horizontal y la vertical resulta a todas luces insuficiente. Existe abundante sombra y nulo tráfico.

Fuentes: Hemos localizado una comenzado el segundo km. de subida. Hay que tener en cuenta que para llegar al inicio del puerto hay que subir el Collado del Agua de los Perros donde existen varias fuentes y, después de coronado éste, aún habremos de encontrar alguna más antes de iniciar La Traviesa.

Comentario: Pocos lugares nos han sorprendido tan gratamente como la Sierra de las Cuatro Villas, enclavada en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas. Desde luego, el hecho de que sea un espacio protegido es indicativo de que no vamos a transitar por un lugar cualquiera. Pero lo cierto es que, ni aún sabiéndolo, espera uno toparse con un enclave tan maravilloso.
Después de haber afrontado el Collado del Agua de los Perros, un puerto de primera categoría –por belleza y por dureza- aún debemos superar un enrevesado trecho minado de repechos y bajadas antes de llegar al inicio del puerto.
Serán varias las ocasiones en que pensemos que ya hemos comenzado a subirlo y al punto nos encontremos con un descenso que nos sitúa en una cota más baja que donde habíamos partido.
De hecho, el inicio del puerto no podemos señalarlo con un hito concreto, más que una larga recta ascendente con los clásicos malecones de la sierra jiennense limitando la calzada por la derecha para protegernos del barranquillo que se precipita peñas abajo.
Remontamos por unas rampas de hasta el 13% de inicio el curso de un río de aguas límpidas, el Aguascebas Grande, que recibe algo más arriba de donde nos encontramos las aportaciones del arroyo Rasos de la Honguera, junto a la Cueva del Peinero. Aquí parte un sendero hasta el nacimiento del Aguascebas.
Sutilmente nos hemos introducido en una garganta de la que la carretera sólo va a poder salir a base de trazar herraduras. Hasta un total de ocho, en efecto, tendremos que torcer en menos de un kilómetro, kilómetro éste que nos va a permitir contemplar los farallones rocosos que abrigan el cauce del río y que le confieren al entorno una sobrecogedora belleza.
Curva tras curva, la carretera se abre camino entre la espesa arboleda y gana altura para nuestro deleite. No será raro tropezarse con algún ejemplar de ciervo, de cabra hispánica u otros animales de los que conforman la variada fauna del parque, ni tampoco otear en el cielo cualquiera de las rapaces que anidan por estos riscos.
Concluido el tramo de herraduras, la carretera sigue dirección sur de una manera más o menos rectilínea hasta alcanzar un primer altillo en una zona denominada Los Rasos. Hasta allí las rampas siempre se sitúan próximas al 7,5% de pendiente media con algunos picos del 11%. A nuestra derecha se abre un valle circundado por elevaciones de roca caliza.
Al llegar a Los Rasos disfrutamos de un falso llano seguido de un fuerte descenso -advertido por una señal del 10%- que nos va a situar en el Área Recreativa “Gil Cobos”. Precisamente al atravesar el río Aguascebas de Gil Cobos, retomamos el ascenso a lo que será el tramo continuado de mayor dureza del puerto. Se trata de algo más de un km. que supera el 8% de pendiente media, aunque las rampas serán homogéneas en todo momento. Al final de una recta vemos ya el collado, aunque a nuestra derecha, en la ladera opuesta a la que nos encontramos, distinguimos una carretera. Tras un momento de incertidumbre, pronto salimos de dudas: la carretera evita el collado natural en un giro a derechas y sigue subiendo aún durante unos cientos de metros.
Precisamente al tomar la curva -una amplísima vaguada a derechas- y remontar la ladera gozaremos de unas magníficas vistas del valle que nos hemos afanado en remontar. Luego, una curva a izquierdas entre rocas nos muestra el paisaje existente más allá de las montañas de la Sierra de las Villas, con una de las cuatro villas precisamente, Iznatoraf, enseñoreándose desde lo alto de una loma.
Sin embargo, aún quedará un pequeño tramo de falso llano ascendente para coronar el punto más alto de la carretera a 1.386 m. de altitud, en el Collado de la Traviesa o, como era conocido por los lugareños, Collado del Raso de la Escalera, un paseo antes de afrontar el descenso de un km. hasta el Collado del Pocico en primer lugar, y hasta el embalse de Aguascebas y Mogón en segundo.


Fotos:
Comenzamos a subir en el instante en que nos adentramos en una garganta:


La primera recta alcanza puntas del 13%:


Si en un otoño seco el río lleva agua, en primavera debe ser todo un espectáculo transitar esta carretera:


Después de un descansillo y tras dejar atrás un par de arroyos, comienzan las herraduras:




En vistas del escaso tráfico, rodamos a nuestras anchas:


A medida en que salvamos curvas, mejora la panorámica:


La garganta queda ya muy abajo:


Pero las rocas siguen conformando el telón de fondo:


Remontamos un valle hasta el primer altillo:


Paisaje espectacular:


Los colores del otoño tintan la arboleda:


Nos aproximamos ya al falso llano del primer altillo:


Un rápido y corto descenso nos viene de perlas para terminar de recuperarnos:


Antes de retomar la subida, pasamos junto al Área Recreativa “Gil Cobos”, uno de los pocos residuos de civilización con que nos toparemos:


Las rampas, muy uniformes, apenas bajan del 8%. A la derecha, en la ladera, se adivina la carretera:


Tras de nosotros siempre flanqueándonos las cumbres de la Sierra de las Villas:




Esquivamos un collado natural en una abierta vaguada:


Parece que vamos a coronar:


Aquí, entre estas dos rocas:


Un recodo de la carretera a modo de mirador nos permite echar un vistazo. Iznatoraf descuella:


Pero aún nos queda un poco de falso llano hasta coronar. Aunque otros collados en esta misma carretera aparecen indicados, La Traviesa no cuenta con cartel:


Encaramos el descenso hacia el Collado del Pocico, a un kilómetro escaso de la cima, con una panorámica excepcional:

Altimetrías de Puertos de Montaña
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