Localización: Apenas 400 m después de la salida sur de Ezcaray encontramos un cruce a la izquierda señalizado hacia Turza. Es el punto de inicio. |
Especificaciones: Pista asfaltada, sin ningún tipo de señalización, en condiciones aceptables para la bicicleta de carretera, aunque con zonas que requieren cierta atención en nuestro rodar por la posible existencia de puntos con grava y hojarasca. Con todo, no tendremos dificultad alguna para buscar nuestra trazada ya que prácticamente ningún coche molestará nuestras maniobras. La mayor atención habrá que ponerla en el descenso, claro. Lo más agradable es el techo umbrío que, durante todo el ascenso, nos proporcionan las hayas: una gozada. |
Fuentes: Dos muy evidentes en los kilómetros 3,1 y 4,2. Existe otra al final, junto al refugio, pero hace ya tiempo que colocaron un cartel de “Fuente natural: agua no apta para el consumo humano”. |
Descripción: Ezcaray es uno de los municipios más occidentales de la Comunidad de La Rioja, enclavado en el valle del río Oja que precisamente le da el nombre a dicha comunidad. El topónimo Ezcaray proviene del euskera “aitz-garai” que significa “peña alta”, probablemente en referencia a la Peña de San Torcuato bajo la que se asienta la localidad. Zona habitada desde la prehistoria, por aquí pasaron los romanos, visigodos y árabes. Curiosamente, hasta el siglo XIV se hablaba el euskera, como atestigua un decreto castellano por el que se permitía declarar en euskera en los juicios, a los habitantes de esta zona. En la actualidad, aunque existen empresas de muebles y artículos relacionados con la madera, industrias textiles y explotaciones ganaderas, la principal actividad económica es el turismo. Su cuidado casco histórico, la estación invernal de Valdezcaray y la cercanía de la Sierra de la Demanda, unidos a una magnífica infraestructura hostelera, hacen de esta localidad un lugar muy visitado en cualquier época del año. Esta ascensión hasta el refugio de Bonicaparra pasa un tanto desapercibida, un poco eclipsada por sus hermanos mayores, Valdezcaray-Tres Cruces y Cruz de la Demanda, pero recomendamos no perdérsela si nos acercamos por Ezcaray. Estamos ante una subida un tanto atípica, ya que toda ella discurre por un cerrado bosque que no nos permite ninguna vista, salvo en par de puntos muy concretos en su parte inicial. Tampoco encontraremos edificación alguna, ni siquiera una mísera cabaña si exceptuamos el pequeño refugio final. Naturaleza pura que a nadie dejará indiferente. Ideal para ascender en verano, ya que a duras penas algún rayo del sol llegará al asfalto. En la primera mitad el bosque es de pinos intercalados con diversos tipos de árboles autóctonos y algún abeto. Poco a poco las hayas se van buscando su sitio y en la segunda parte son la única especie arbórea. Se trata de ejemplares jóvenes pero muy cercanos entre sí, lo que hace que en días nublados parezca estar casi de noche. En general no presenta grandes porcentajes en la pendiente ya que apenas en dos o tres puntos rozamos mínimamente el 10%. En los primeros cuatro kilómetros la pendiente media ronda el 5%, lo que nos permitirá, si alguien no se empeña en lo contrario, mantener una animada charla con los colegas. Poco después de la Fuente de Tres Aguas, se endurece un tanto y en los siguientes tres kilómetros estamos por encima del 7% de media que ya es una cifra de cierta exigencia. En mitad de este tramo encontramos el cruce a la pista que lleva a la aldea de Turza que no podemos ver y que no llega a la decena de vecinos. Los últimos metros son más suaves, antes de dar vista al refugio donde encontramos un terreno más abierto de pastos, con interesantes vistas. Continúan pistas de tierra perfectas para BTT o incluso gravel.
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Mapa situación: |
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