OIZ por Munitibar

Localización: En la salida de Munitibar hacia Bilbao entramos en la BI-3231. El puente sobre el río Lea marca el inicio de la ascensión.
Especificaciones: Carretera amplia, en perfecto estado y con señalización completa en los primeros tres kilómetros. Tras el desvío, pista hormigonada con tres cortos tramos que fueron asfaltados cuando llegó la Vuelta a España en 2018. Las sombras son variables, en función de frecuentes talas por la zona. Apenas nada de tráfico en el inicio, tráfico que desaparece después del desvío hacia Oiz.
Fuentes: Hay varias en Munitibar, la más evidente, en la plaza. Hay otra mediado el sexto kilómetro, 200 m después de la rampa más dura, pero no hay garantía de que siempre tenga agua.
Descripción: Oiz es el único puerto de Bizkaia, practicable con bici de carretera, que supera los 1000 m de cota. Esta vertiente en concreto fue final de etapa de la Vuelta a España de 2018 con victoria de Michael Woods. Por cierto, en dicha edición se le denominó Balcón de Bizkaia, en un claro error toponímico. Ese nombre lo detenta el alto al que llegaríamos un kilómetro después del desvío a Oiz, si seguimos por la BI-3231. Bien es cierto que ese nombre que se le asignó, aunque erróneo, le vendría que ni al pelo, dadas las inconmensurables vistas en 360º que hay desde la cima. Eso si no hay niebla en ella, cosa por otra parte bastante frecuente. Esta altimetría también la podríamos haber comenzado bastante antes de Munitibar, pero dada la escasa pendiente media de esos posibles añadidos, hemos preferido iniciarla en la citada localidad, donde confluyen tres carreteras que se inician en Gernika, Lekeitio y Markina. Munitibar es el centro del municipio con el nombre más largo entre todos los de Bizkaia: Munitibar-Arbatzegi Gerrikaitz. Es punto de paso del Camino de Santiago por la Costa, en la etapa Markina-Gernika. .La ascensión se inicia con unas rampas de dos dígitos al paso por el barrio de Gerrikaitz, pero pronto se suaviza un poco para mantener una pendiente muy constante del 7% hasta finalizar el tercer kilómetro en los caseríos de Ganbe. Bien habremos hecho en no haber forzado demasiado el tren porque, tras 50 m de descenso, se acaban las tonterías al coger la pista hormigonada a nuestra izquierda señalizada hacia Oiz. Una reciente tala nos permite en 2024 divisar la cima y sus antenas, aunque la perspectiva es engañosa ya que para nada hace suponer lo que se nos viene encima. Por suerte, es un decir, es una especie de sucesión de escalones con repechos de diferentes longitudes, entre los que hay pequeños descansos. Pero hay como ocho puntos en los que se llega o supera el 20%. Ese tramo de medio kilómetro por encima del 17% y máxima del 24% en el km 5 es demoledor. Tras él, una dura rampa nos deja en el cordal de los aerogeneradores donde tenemos 300 m llanos para recuperar más a gusto que en los muy cortos descansos anteriores. En la ermita de San Cristóbal confluimos con la vertiente que viene desde Durango y, tras cruzar un paso canadiense, afrontamos en penúltimo repecho. Por números, parece algo menos duro que los anteriores, pero en su parte más pendiente el suelo es muy rugoso y parece una tenaza para las ruedas. Sigue un corto descenso en el que podemos aprovechar la inercia para superar la primera parte del último repecho que nos deja en la antena de EITB de triste recuerdo porque contra ella colisionó un avión de Iberia en 1985, causando la muerte a sus 148 ocupantes. En la herradura junto a la antena finaliza el hormigón. Para llegar hasta la cima quedan 200 m de pista que, con precaución, son transitables con la flaca. Lo comentado al principio: a disfrutar de las vistas y tratar de adivinar el nombre de las montañas más lejanas. Es increíble hasta dónde alcanza la mirada.
Mapa situación:
©