PALENCIA GOLOBAR
Barruelo de Santullán
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Altitud: 1775 m Distancia: 13,6 km Desnivel: 750 m Pendiente Media: 5,51 % Coeficiente: 148
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PA01
Golobar






Localización: Es la carretera P-220 que desde Aguilar de Campoo remonta la Sierra de Hijar hasta el Refugio de Golobar, al pie del Pico de Valdecebollas y sus 2139 m. Antes, en el llamado Alto de Brañosera, deberemos haber tomado la carretera que a nuestra izquierda se dirige hacia dicho enclave alpino.
Especificaciones: Muy buena carretera, con asfalto en perfectas condiciones y señalización horizontal. Desde el citado alto el suelo se halla en peores condiciones, pero perfectamente transitable. No vamos a encontrar prácticamente ninguna sombra salvo en los primeros kilómetros, lo que nos hará elegir algún día de poco calor para realizar nuestra ascensión. A cambio el tráfico es escaso. Restricciones de paso con nevadas.
Fuentes: La primera en Barruelo, otra en Brañosera, y la última más a menos de un kilómetro para el final, a nuestra derecha.
Descripción: El Golobar es un paraje de montaña localizado al norte de la provincia de Palencia y en las estribaciones de la sierra de Híjar. Está situado en una comarca de gran riqueza ecológica, la Montaña Palentina, en el término municipal de Brañosera. A finales de los años 1960 se proyectó la instalación en sus inmediaciones de una estación de esquí, y se acometió la construcción de varios remontes y de un gran edificio en su cima destinado a un Parador de Turismo. Tras la finalización de la carretera que daba acceso al parador, cuya construcción estaba prácticamente finalizada en una explanada frente a un espectacular valle, se acometieron los primeros remontes, unos kilómetros más abajo y próximos a un gran aparcamiento. En 1973, la crisis económica sacudió los presupuestos, y las obras, que se encontraban muy cerca de su finalización, quedaron inconclusas y abandonadas. Desde entonces, las instalaciones han sufrido un progresivo deterioro: los remontes fueron retirados por el riesgo que significaban y el edificio hotelero fue primero utilizado como refugio y después como corral de ganado, que es el uso que se le da en la actualidad. Y la carretera de acceso carece de mantenimiento por lo que ha sufrido algunos desprendimientos en los últimos años.
Esta es la ascensión más mítica de la provincia. Aquí, “el Galletas”, legendario corredor del Teka y del Zor, entrenaba sus músculos a principios de los 80, y que llegó a ser nombrado “Mejor Ciclista del año 1984”, año en el que murió tras un accidente de coche.
En Barruelo de Santullán, cabecera de una cuenca minera de gran prestigio, también hoy abandonada, iniciamos la ascensión de este duro puerto de los altos valles palentinos, que ha sido final de etapa en diversas pruebas de la Comunidad castellano-leonesa (con victoria de Alberto Contador en 2008) y que bien merecería serlo también de una futura Vuelta a España.
La dureza de sus primeras rampas, al final de la larga recta que atraviesa el pueblo, se hace notar, aunque esto no sea más que el aperitivo del suculento plato de escalada pura del que vamos a disfrutar. Cinco kilómetros después nos hallamos con la milenaria Brannia Ossoria, Brañosera, primer municipio español al que le fue concedida Carta Puebla en el año 884, en el segundo siglo de nuestra tan mal interpretada “Reconquista”. El paso por este pueblo es de una dureza considerable, con una fuerte rampa al 9%, que enlaza en los siguientes kilómetros con una sucesión de curvas de herradura que nos van a situar sobre la citada villa y su magnífico enclave histórico.
Tras 7 km de subida coronamos el conocido como Alto de Brañosera que da acceso a la vertiente cántabra en dirección a Reinosa y Alto Campoo. En este punto una carretera en peor estado nos va a poner a cada uno en nuestro auténtico lugar, con casi 2 km de muro continuo que se sitúa entre el 10 y el 13% en lo que más bien parece una regia escalinata hacia la sierra y cuyos rellanos, que de llanos no tienen absolutamente nada, van a permitirnos superar este terrorífico tramo en larguísima recta que asustará sin duda a los menos decididos. Tras un ligero descenso y ya con el refugio, como punto definitivo de nuestra ruta que va adentrándose en el circo alpino, a la vista, el tramo final será de continuos toboganes, alguno por encima aún del 10%, con la pared rocosa cubriendo nuestro flanco derecho. La amplia explanada donde está emplazado el refugio, que se quedó sin utilizar como tantos otros edificios de este país de derrochadores, pone magnífico broche entre grandiosas cumbres a una durísima escalada, que merece más renombre del que hoy goza. Desde aquí contemplamos unas vistas privilegiadas sobre el valle de Santullán y el collado de Somahoz.
Mapa situación:

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