Localización: En la N-630 de Oviedo a Mieres tomaremos a mano derecha la AS-231 hacia Las Mazas y La Vega (Riosa). En esta localidad de nuevo a la derecha hacia la Sierra del Aramo (l'Angliru) y Grandiella
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Especificaciones: Suelo en buenas condiciones y escaso tráfico, excepto en días concretos o fines de semana. Sombras abundantes. Y a confiar en que la niebla y/o la lluvia nos permitan "disfrutar" del evento. |
Fuentes: Si no nos hemos aprovisionado en La Vega, aún tendremos la posibilidad de hacerlo en el cruce a Porció y en el Área Recreativa de Via Pará. |
Descripción: Vamos a poner en boca del mismo Pedro Delgado sus impresiones sobre este mítico puerto y ello para no repetirnos en la descripción que del terrorífico tramo final desde Vía Pará hacemos en nuestra altimetría de la vertiente de Santa Eulalia. Pero antes, y en vista de que el segoviano se detiene exclusivamente en describir pormenorizadamente sus sufrimientos en los fatídicos kilómetros finales, conviene tener presente que antes de llegar al Área Recreativa (donde tantos detienen su escalada y optan por lo más lógico que es darse la vuelta y subir en coche otro día) ya habremos tenido que superar la dificultad de un puerto de 2ª duro de unos 5 kms. Es el momento de ir mentalizándose y cogiendo un ritmo totalmente relajado de pedaleo para poder enfrentarnos a lo que nos aguarda. Dicho lo cual, dejemos a Perico que nos cuente:
"Ahora, que he subido por segunda vez, puedo decir que conocer esta ascensión y elegir el desarrollo adecuado va a ser básico...
A lo largo de la subida he tenido varios momentos donde he sentido como si se detuviese el tiempo. Das pedales sin parar y, cuando de vez en cuando levantas la cabeza, ves que apenas has avanzado, que sigues en el mismo sitio y que te sigue quedando prácticamente lo mismo. Es como esos sueños, que a veces uno tiene, en los que corres como un loco y no avanzas del sitio...Cuando llego al Área Recreativa, encuentro un falso llano, e incluso un ligero descenso, aprovecho para coger aire y recuperar. Una pintada amarilla en el suelo me dice que afronto la parte dura: "Empieza el infierno", dice. Me doy cuenta porque aún estoy entero, porque si llega a estar dos kilómetros más arriba...Sin tiempo que perder, meto el plato pequeño:30 dientes. Procuro seguir con el piñón de 23 para guardar el 25 para luego, cuando llegue lo más duro. Ahora bien, de vez en cuando lo meto para no acumular mucho cansancio y salvar algunas pendientes algo más pronunciadas (Nota de los autores: se refiere al 22% de Les Cabanes y al 20% de Les Picones). Finalmente llego a la Cueña Les Cabres. Según me acerco, recuerdo lo que sentí la primera vez que subí. Lo hacía en compañía de un cicloturista de Riosa que me iba indicando los puntos duros, yo pensaba que ya había pasado lo peor y, de repente, tras una curva a la izquierda, me encontré esta pared. Iba ya al límite y no tenía más desarrollo; se me cayó el mundo al suelo. No sé todavía cómo, pero debí sacar la raza a relucir, como en mis buenos tiempos y, haciendo eses, logré subirla...sin agarrarme. Una vez más pensé que había pasado lo peor. Efectivamente había dejado atrás la pendiente más dura, del 23,5%, pero me había asfixiado tanto que ya no pude recuperar. Además, pasar la parte más dura no significa que el puerto se haya acabado. Luego continúan rampas del 18,5% (N.A.: El Aviru y Les Piedrusines) que requieren también mucho esfuerzo, pero en ese momento, después de dejar atrás la Cueña Les Cabres, estás vacío, completamente entregado y derrotado... Una vez más he sentido esa sensación de que el tiempo no avanza, porque pese al esfuerzo la que no avanza es la bicicleta. Pedaleas, culebreas, sufres...y apenas sirve de algo... Después de una hora de máximo esfuerzo llego a la cima. ¡Qué paisaje! Un falso llano, que al final se convierte en un suave descenso, me conduce a la línea de meta. El descanso sabe a poco porque tienes que seguir dando pedales, pero sientes que ya has salido de ese túnel del tiempo, que la bicicleta avanza y que el aire fresco te da en la cara.... pienso en que, si no estás bien, más vale no venir... Pienso en que más valdrá que ese día haga buen tiempo, porque si no... Pienso en... Ahora que me doy cuenta, si pienso es que no estoy tan mal, ¿no? Pero el puerto es durísimo, el más duro que he subido en mi vida. Que se preparen" |
Mapa situación: |
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Vídeo: |
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