LEÓN ANCARES
Tejedo
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Altitud: 1668 m Distancia: 7,92 km Desnivel: 706 m Pendiente Media: 8,91 % Coeficiente: 255
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LE05
Ancares






Localización: Es la LE-4211 que, desde Vega de Espinaredo, atraviesa la Sierra de ancares hasta tierras gallegas. La subida se inicia en un puente antes de entrar en Tejedo.
Especificaciones: Carretera en buen estado y con señalización horizontal. Sombras, que aparecen y desaparecen, también por tramos. Tráfico prácticamente inexistente, como en toda la región, que parece perdida de la mano de Dios.
Fuentes: Una en el Área Recreativa de Tejedo, junto a la ermita de la Magdalena. Y otra en el Km 5, en una curva de vaguada izquierda, en la zona más dura del puerto, pero es que tiene tan buena pinta…
Descripción: Otro de los, para "algunos ignorantes", escasos puertos españoles capaces de resistir la comparación con cualquiera de los colosos del Tour o del Giro. Los cinco últimos kilómetros de esta vertiente berciana son de los más duro que se puede ascender en la Península y confieren a esta ascensión una categoría de primer nivel.
En realidad para llegar al núcleo de Tejedo habremos tenido que superar en primer lugar el puerto de Lumeras y a continuación, desde Candín, algo más de 4 km en ligero ascenso. Nuestra altimetría se inicia, poco antes de Tejedo, en un pequeño puente en curva derecha y con un antiguo molino, junto al río, convertido hoy en un pequeño museo etnográfico. Los dos primeros kilómetros, de trazado rectilíneo y algo sombreado, solo sirven para ir calentando motores hasta que, poco después, logramos divisar nuestra ruta allá en lo alto y la impresión es de órdago: ¿hasta allí voy a ser capaz de llegar en sólo 5 km? Si te sale, como sin querer, una respuesta negativa será mejor que dejes las hazañas para otro día en que acudas con mejor preparación. Si, en cambio, no te asustan los retos inhumanos, adelante.
Enseguida vas a trazar una curva de herradura a la derecha, al 14%, que da inicio al calvario. Estás comenzando la zona de continuas herraduras que te alejan del valle y te acercan al cielo, sin bajar nunca del 10% en esos eternos cinco mil metros, que vas a tener que sufrir uno a uno hasta que encuentres la gloria. Si la rampa más exigente alcanza un 17% no te va a suponer ningún esfuerzo extra porque, como casi siempre andas cerca del 15%, pues eso, que ni notas la diferencia. Cuando, si aún no has desistido, consigas acabar esa zona de herraduras, ya verás el final, mientras te mantienes pegado a la ladera derecha del valle.
No te confíes: ese tramo final que te da la impresión de ser algo más suave, no te va a permitir ni un solo momento de descanso, pues continúa en los mismos niveles de dificultad que el tramo que acabas de finalizar. Menos mal que el panorama que vas a dominar desde la cima va a ser de los que no olvides en tu vida, especialmente si has conseguido adelantarte a algún compañero, y empiezas a contar los minutos que irán pasando desde que lo vislumbras allí a lo lejos hasta que alcance, como tú, la gloria. Ahora bien, antes de lanzarte a bajar por la vertiente opuesta, piénsatelo bien, porque quizás, si has llegado hasta aquí con las fuerzas justas, debas pensar en hacer noche en Galicia. Y no exageramos, ya que si desciendes hasta el valle del Navia, como poco te van a salir 100 km para volver a los Ancares leoneses y la dureza de las subidas por Balouta o Piornedo es de las que no podrás olvidar. Y el que avisa…

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