MADRID LA PUEBLA
Prádena del Rincón
31432 visitas
Altitud: 1639 m Distancia: 11,29 km Desnivel: 610 m Pendiente Media: 5,4 % Coeficiente: 106
VER LEYENDA
COLORES RAMPAS

MA10
La Puebla




Fotos cortesía de Ricardo Landaburu


Localización: La M-130 atraviesa la Sierra del Rincón uniendo a través de este puerto las localidades de Prádena del Rincón y Puebla de la Sierra.
Especificaciones: Una ruta de unos 4 m, sin señalización horizontal y pocas sombras, salvo en la zona alta. El tráfico de motor no debe conocer este puerto alejado del mundanal ruido.
Fuentes: Una en el mismo cruce de salida y otra en la plaza de Prádena.
Descripción: Si la Sierra Norte es ya de por sí la comarca más remota y septentrional de la Comunidad de Madrid, los pueblos que constituyen la Mancomunidad de la Sierra del Rincón suponen, dentro de ese marco geográfico, la última frontera. No por nada se conoce a esta región como la “sierra pobre”, ya que solo abunda en récords negativos: sus municipios son los de renta per capita más baja de la Comunidad, los de menor densidad de población, los de menos habitantes y los que padecen un decrecimiento más acusado. Esta zona sufrió durante muchos años la pobreza, el olvido y la despoblación.
Hoy, gracias al turismo rural, sus pueblos exhiben toda su belleza, aislados como están de la capital, lo que les ha permitido permanecer anclados en el tiempo, manteniendo viva su arquitectura tradicional. La trama urbana en todos ellos, típicamente ganaderos, es sencilla. Sus trazados están condicionados por el clima y la topografía donde se asientan: casas adyacentes y compactas para abrigarse de los rigores del clima, calles que conducen a huertos, prados y cañadas, espacios libres para regueras que conducen el agua desde los manantiales que nacen por encima del pueblo. En su centro se localiza la plaza, donde se encuentran el ayuntamiento, la fuente y la iglesia. Menos mal que en la actualidad la mayoría de las construcciones nuevas respetan las características arquitectónicas tradicionales, lo que favorece la calidad del entorno.
Es Prádena uno de los pueblos más bellos de esta Sierra del Rincón y también el lugar donde se ubica la iglesia de Santo Domingo de Silos, una joya románica del siglo XIII con nave rectangular y ábside semicircular. Junto con Horcajuelo y Montejo, formó una mancomunidad con el fin de distribuir el agua, surgiendo así el curioso “reloj de la vez”, reloj solar que concedía el turno a cada uno de los miembros del tribunal de las aguas. La influencia ganadera se deja entrever en el pueblo, especialmente porque su término se halla surcado por la Cañada Real de Las Merinas. No en vano, la mayor riqueza de Prádena son sus prados de pasto para el ganado, de donde parece derivar su nombre, debido a que los primeros pobladores comenzaron a asentarse sobre un prado o prádena.
En esta sierra precisamente los prados o dehesas aparecen en las laderas bajas y los fondos de los valles alternando con campos cercados y los núcleos de población; en las vertientes, los montes repoblados, las masas rocosas y los matorrales; y, en las cumbres, de nuevo los pastizales. Esta sucesión de paisajes en función de la altitud es lo que podremos admirar a medida que nos alejamos de la localidad de Prádena en dirección a La Puebla.
A poco más de un kilómetro de la plaza del pueblo llegaremos a la Laguna del Salmoral, con un área recreativa y un observatorio de aves migratorias, amén de una pequeña isla central destinada al anidamiento de animales y una zona de proliferación de anfibios. Ese primer tramo apenas se acerca al 4% de media hasta alcanzar un tramo de reforestación donde ya el pedaleo, tranquilo hasta ese momento, se hace más fatigoso. Iremos ganando poco a poco altura con pendientes mantenidas entre el 5 y el 7% y el panorama se va ampliando hasta llegar a la primera de las tres herraduras que nos brindan sus correspondientes cambios de perspectiva, aunque en la última el bosque apenas nos deja entrever el espectáculo. En la intermedia, a derechas, hemos dejado a la izquierda la carretera en construcción hacia el puerto de La Hiruela y afrontado la rampa más exigente de toda la ascensión. Y por fin alcanzamos el mirador del alto, a doble vertiente, con una de las visiones más magníficas de un puerto de montaña en la ladera opuesta: la tentación vive enfrente.
Mapa situación:

©