HUESCA PICO DEL ÁGUILA
Nueno
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Altitud: 1600 m Distancia: 16,75 km Desnivel: 910 m Pendiente Media: 5,43 % Coeficiente: 157
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Pico del Águila
   





Localización: Coincide esta ascensión en su primera parte con el popular puerto de Monrepós por la N-330 y situamos su inicio en un puente sobre el río Isuela, nada más dejar a nuestra izquierda el bonito pueblo de Nueno. Casi 6 km más adelante nos desviamos hacia Arguís y continuamos hasta el viejo paso por el puerto de Monrepós. En ese punto tomamos a la derecha una pista asfaltada en mal estado hasta el Pico del Águila.
Especificaciones: Nos vemos obligados a iniciar nuestra ruta por la carretera nacional, en perfecto estado pero de agobiante tráfico algunos días. El motivo es que la antigua carretera que atravesaba el pueblo de Nueno se encontraba en obras: estamos seguros de que la ascensión por ella ganaría muchos enteros en sabor cicloturista. A partir del embalse de Arguís podremos continuar tranquilos, sin coches aunque también sin sombras, hasta el antiguo Mesón de Monrepós. Después el suelo se estropea en la pista que se dirige a la antena.
Fuentes: Más vale que al paso por Arguís pidamos agua en alguno de los bares de la turística localidad, porque falta nos hará más adelante. Junto al llamado Mesón Nuevo de Monrepós pudimos llenar los botellines con un chorro a la izquierda. Luego…se acabó.
Descripción: Monrepós es un puerto de paso obligado para acceder desde la capital oscense a la Comarca del Alto Gállego y al Pirineo Central. Sobre él se alza una de las cúspides de las sierras exteriores, el Pico del Águila, lugar donde situaremos la segunda de nuestras velas navideñas. A sus pies, la comarca de La Hoya nos habla del pasado milenario de una cultura ancestral en la que el ser humano ha labrado paso a paso, gota a gota, una huella imperecedera.
A apenas 15 km de la ciudad de Huesca hallaremos el lugar más al norte al que llegaron los musulmanes en estas tierras aragonesas, Nueno. Este “noveno” tuvo desde la época romana un importante papel de albergue en la calzada que llevaba a Jaca, en un trazado donde en dirección a Osca, se encontraban otros dos topónimos numerales, el monasterio de San Pedro de Séptimo y las Villas de Sexto. Su casco urbano presenta un irregular trazado con calles empinadas y estrechas que se acoplan a las imperfecciones del terreno. La prueba más evidente de la posterior presencia mudéjar puede observarse en los tejados de sus casas, donde se utilizaba la teja árabe, que a partir de este pueblo desaparece, dejando paso a los característicos tejados montañeses hechos de pizarra. Pues bien, para comprobar todo ello deberíamos desviarnos de la N-330 que hoy nos vemos obligados a tomar en dirección al desfiladero del Isuela. Cambiamos pues el bonito paseo entre las casas de Nueno por el tráfico agobiante de la carretera nacional e intentemos superar esos casi 6 km, sin especial dureza, cuanto antes.
Atravesada la llamada Foz de San Clemente, nuestra ruta se abre a la depresión donde se ubica, entre las Sierras del Gratal y del Águila, el Embalse de Arguís, concluido en 1704, y hacia donde nos dirigimos a continuación. Un ligero descenso para pasar envidia al situarnos a la altura del agua y atravesamos la localidad que le da nombre, con sus casas de piedra entre las que sobresalen las chimeneas troncocónicas culminadas por los típicos espantabrujas. Una amplia herradura derecha y el cruce hacia Bentué de Rasal marca el inicio de un nuevo tramo de 3 km con una pendiente media entre el 6-7% que nos acerca al antiguo paso por el collado de Monrepós. Adivinamos al fondo el túnel de La Manzanera, pero antes nos desviamos a nuestra derecha para enfrentarnos a los 5 km definitivos por la pista que conduce a las antenas del Pico del Águila.
Ahora el suelo está algo deteriorado y es bastante más estrecho que el que traíamos hasta las dos casas del Mesón Nuevo (¡menudo eufemismo!), que antiguamente sirvió de descanso a muchos caminantes. Nuestra ruta traza pronto unas lazadas al 10% por la ladera y, más arriba, una vez tomada la altura necesaria y ya sin grandes rampas, recorre la cresta hasta llegar al repetidor de televisión, Debemos aparcar nuestras bicis y rodear a pie la valla por nuestra izquierda, donde al otro lado encontraremos, algo escondida, la cruz del Águila. Desde ese privilegiado mirador podemos sentirnos auténticas águilas imperiales sobrevolando el espectacular paisaje en derredor: al sur se extiende la Hoya de Huesca; al este, el valle de Belsué, la sierra de Gabardiella y, al fondo, Guara; al oeste están Arguis, los picos de As Calmas, Gratal, Peiró y Puxilibro; y al norte, una vista panorámica del Pirineo, con la Peña Oroel y San Juan de la Peña en primer plano y detrás, cubiertas de nieve gran parte del año, las montañas desde Navarra a la Ribagorza, con “Las tres Sorores” (El Cilindro de Marboré, Monte Perdido y El Sum de Ramond) en el mismo centro de nuestra extasiada visión.
Mapa situación:



La mayoría de los mapas están obtenidos del MAPA DE CARRETERAS editado por el Ministerio de Fomento o de Google Maps

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