TOLEDO PIÉLAGO, EL
San Román de los Montes
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Altitud: 1225 m Distancia: 19,08 km Desnivel: 789 m Pendiente Media: 4,14 % Coeficiente: 150
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TO02
Piélago, El






Localización: El alto de El Piélago se encuentra situado en la provincial TO-9045-V, entre las poblaciones de El Real de San Vicente y Navamorcuende. Partiendo de San Román de los Montes por la carretera CM-5001 hasta llegar a El Real de San Vicente. Dos kilómetros después de atravesar el pueblo, giramos a la izquierda dirección Navamorcuende.
Especificaciones: Carretera ancha y bien asfaltada, aunque se estrecha y estropea algo desde Hinojosa y especialmente al atravesar el suelo pavimentado de El Real de San Vicente. Tras el cruce en que tomamos la carretera a Navamorcuende, el asfalto vuelve a hallarse en buen estado. Los árboles del recorrido ofrecen poca sombra y el tráfico no molesta.
Fuentes: La del inicio en el Área Recreativa de Pozo Blanco, a la entrada en San Román. Encontraremos varias entre Hinojosa y El Real de San Vicente, en especial la de los Caños, típico lugar de encuentro ciclista, a la salida de esta última localidad.
Descripción: La Sierra de San Vicente o de El Piélago, por el monasterio carmelita del siglo XVII situado cerca del alto y hoy en ruinas, conforma una de las zonas con más personalidad de la provincia manchega constituyendo, en especial en otoño, un auténtico espectáculo de colores. Los romanos conocieron a este macizo montañoso como el Monte de Venus, y fue aquí donde al parecer estuvo oculto el caudillo Viriato en su enfrentamiento contra Roma. Quedan aún vestigios de esa época en los alrededores, como algunas estelas votivas y una lápida epigráfica dedicada al dios ibérico Togoti.
Comenzamos la ascensión impulsando con fuerza el manubrio metálico que hace brotar el agua en la curiosa fuente de Pozo Blanco. Enseguida alcanzamos la población de San Román de los Montes donde dejaremos a la derecha otra de las posibles subidas al alto al que nos dirigimos, la que lo hace por Castillo de Bayuela. El segundo kilómetro va a ser el primero de los tramos exigentes de un largo recorrido de casi 20 km en el que alternaremos zonas de suave descenso con otras de apreciable dureza, como esta que contiene alguna rampa por encima del 10%. Los alrededores de Hinojosa de San Vicente son los más llevaderos de la ruta, aunque las rampas siguen apareciendo de vez en cuando mientras los olivos ya se han hecho presentes en una comarca de reconocido prestigio aceitero. El trazado mantiene siempre una irregularidad evidente: un kilómetro duro, otro suave, otro más en sentido descendente, hasta una rotonda donde enlazamos de nuevo con la carretera de Castillo de Bayuela.
Una larga recta nos acerca a El Real de San Vicente, el núcleo de población más importante de la sierra que le da nombre y que fue repoblado probablemente por gentes venidas de la cercana Ávila. Son aproximadamente mil los habitantes actuales de esta bella población que nos opone unas fuertes rampas, quizás las más duras de todo el puerto. La carretera atraviesa, pavimentada, de lado a lado el pueblo y discurre por calles tan estrechas que en varios puntos no caben dos coches a la vez.
A la salida hallaremos un magnífico pilón de piedra con varios caños que vierten el agua con la frescura y la pureza de la montaña. Tras repostar y entablar animada charla con algún otro bicicletero seguiremos por la misma ruta hasta que a unos 400 m alcancemos la indicación del pueblo de Navamorcuende hacia la izquierda. En los próximos 6 km pedalearemos por una carretera típica de montaña, repleta de curvas aunque con buen asfalto. A medida que vamos subiendo, las laderas que bordean la carretera se van llenando de castaños hasta convertirse en un auténtico bosque, en el que se alternan también pinos y robles con algún berrocal. Durante el trayecto disfrutaremos de unas bonitas vistas del pueblo de El Real de San Vicente y de toda la inmensa vega del Tajo a nuestros pies.
Muy cerca del alto, por la vertiente opuesta, vemos las antenas del Centro Emisor del valle del Tiétar y en la pista que hacia él se dirige podremos contemplar curiosos el antiguo nevero que utilizaban en la conservación de alimentos los monjes del cercano monasterio de El Piélago, que se ubica algún kilómetro más abajo. Antes de acceder a sus ruinas se llega a una zona recreativa y a su fuente donde podremos reponernos de esta larga ascensión.
Mapa situación:

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