CANTABRIA BRENES, COLLADA DE
Villasuso de Cieza
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Altitud: 760 m Distancia: 6,23 km Desnivel: 548 m Pendiente Media: 8,8 % Coeficiente: 153
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CA19
Brenes, Collada de






Localización: En la N-611, 3 km al sur después de Los Corrales de Buelna, tomamos a la derecha el cruce hacia Villayuso y Villasuso. Tras pasar esta última localidad, aún llaneamos un kilómetro hasta llegar a una zigzag junto a un establo. Ahí comienza la ascensión, algo por otra parte evidente, dado el rampón que podemos apreciar.
Especificaciones: Carretera de montaña, asfaltada, de 4 m de anchura, con el firme en bastante buen estado y sin señalización horizontal. Solo hay sombras en cuatro puntos muy concretos y el tráfico casi inexistente.
Fuentes: Una, antes del inicio, en la entrada a Villasuso en un parque a la izquierda. Otra a la Izquierda en la herradura que hay llegando al Km 1.
Descripción: Al oeste de la estrecha hoz que separa Iguña y Buelna se encuentra el bucólico valle de Cieza, totalmente rodeado de montañas. Su situación, un tanto aislada, ha favorecido la conservación de su entorno, haciendo de este enclave, por el que discurre el río Cieza, afluente del Besaya, un auténtico reducto de la naturaleza, en el que abundan los castaños y los avellanos. Este municipio limita al sur con Arenas de Iguña y una de las cumbres que separa ambos términos es el Cueto de Brenes, de 876 m. A sus pies una amplia extensión de praderas es conocida como la Braña de Brenes, donde se ubica la collada que os presentamos.
El término de este municipio de Cieza está constituido por los tres concejos que surgieron como entidades de población a lo largo de la Edad Media y que formaban el antiguo valle de Cieza, uno de los que integraron la Merindad de las Asturias de Santillana: Collado, Villayuso y Villasuso. Sus orígenes se desconocen, aunque se podría aventurar que grupos prehistóricos del Paleolítico transitaron por los montes de este municipio, pues no muy lejos se encontraron cuevas habitadas de esta época. La misma argumentación se podría extender a la Edad del Bronce o del Hierro, teniendo en cuenta que hay testimonios de su paso en municipios vecinos a Cieza. Por la zona transcurrió la calzada romana que de Julióbriga iba al Portus Blendium (Suances), pero no se han constatado restos de hábitat de este periodo. Por cierto, el lema de sus naturales es “aut Cieza, aut nihil” (o Cieza, o nada).
Pues va tener que ser Cieza, porque desde allí partiremos en esta ascensión que nos permitirá disfrutar de la más absoluta tranquilidad en la montaña, con unas excelentes vistas, siempre que la meteorología, sobre todo la frecuente niebla, no nos impida contemplarlas. Decimos que es para disfrutar, si vamos a nuestro ritmo, porque nos encontramos ante una dura subida, con una pendiente media cercana al 9% y sin ningún descanso digno de tal nombre. Su distancia, perfil y coeficiente son similares a los de Urkiola, un puerto mucho más conocido en la vecina Bizkaia.
Ya desde el inicio, una dura rampa con un máximo del 16% nos avisa de lo que nos espera. Tras cruzar un paso canadiense, dejamos un cruce a la derecha y trazamos la herradura donde se encuentra la fuente, iniciando un tramo de casi 1,5 km con una pendiente bastante constante y por encima del 10% de media. El Km 3 es más suave, aunque por encima del 7% e iniciando el Km 5 volvemos a tener otro tramo duro, muy parecido al anterior, aunque en este caso coronado con la guinda final de 300 m al 13% de media que finaliza tras describir una fuerte herradura. De ahí al final, aún superamos los dos dígitos en varios puntos, pero sin la dureza de los tramos pasados. Si no hay niebla o calima, algo bastante habitual, las vistas hacia el norte son espléndidas, llegándose a divisar parte de la costa cántabra. Precaución al descender por cualquiera de las vertientes, ya que hay mucho ganado suelto.
Mapa situación:

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