CANTABRIA SÍA, PORTILLO DE LA
Arredondo
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Altitud: 1235 m Distancia: 22,5 km Desnivel: 1075 m Pendiente Media: 5,25 % Coeficiente: 212
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CA08
Sía, Portillo de La






Localización: Pedalearemos por CA-265 desde Arredondo remontando el río Asón hasta el cruce a La Gándara, para tomar acto seguido la CA-665 hasta el portillo de La Sía.
Especificaciones: Tras las obras acometidas entre el año 2011 y 2012, el asfalto está perfecto, con vallas nuevas de madera en las curvas, señalización horizontal en los márgenes, etc. Tráfico escaso, especialmente en la subida a La Sía. Sombras a tramos. Abundantes nieblas.
Fuentes: Solo una, poco antes del Km 17, en una chabola situada a nuestra izquierda.
Descripción: La localidad de Arredondo nos recibe con su apodo de "la capital del mundo" inscrito en una placa de cerámica en una casa a la entrada del pueblo. Y ello se debe a la gran cantidad de indianos que aquí partieron hacia América. Su imponente iglesia neoclásica, construida en 1860 a expensas de un indiano, está escoltada por la descomunal torre cilíndrica, visible desde cualquier lugar y desde donde su promotor -cuentan- pretendía divisar el mar. Otros monumentos sobresalientes son la ermita rupestre de San Juan de Socueva (s. X), en la que se advierten vestigios de un altar visigodo y que está considerada como el primer referente histórico de Arredondo. Este pueblo nos ofrece también más de 251 cavidades catalogadas y sistemas como el de Cueto-Coventosa (el tercero más largo de Cantabria), que convierten la espeleología en otro importante aliciente del municipio. Asimismo merece especial atención su artesanía, sobre todo por la habilidad y destreza de los "los cuevaneros" o fabricantes de cuévanos.
La subida a La Sía que aquí comienza es en realidad una doble ascensión, que en alguna de esas pruebas queda claramente dividida en dos puertos de 1ª categoría. La primera de esas dos partes es la conocida como Collado de Asón, debido a que este río nace en estas montañas, en magnífica cascada, concretamente en una pared rocosa a nuestra derecha según vamos ascendiendo. Hasta el pueblo de Asón la subida es muy suave para situarse desde ese punto entre un 6 y 8% constantes hasta el collado, superando en su tramo final unas curvas de herradura y un mirador en el que merece la pena detenerse para obtener una buena imagen fotográfica.
Tras coronar, el descenso no llega a un kilómetro y en el cruce a la izquierda donde da comienzo la auténtica escalada a La Sía podremos dirigirnos hacia el mágico Valle de Soba y el pueblo de La Gándara. Si continuamos nuestra ruta, vamos a afrontar los dos primeros kilómetros, que junto con los dos últimos, son los más duros. Alguna borda pastoril es nuestra única referencia de habitat en este tramo final del puerto y es escasa la sombra para evitarnos el calor del sol que en raras ocasiones llega a molestar en estas tierras.
Curveando continuamente alcanzamos una explanada ya al pie del Portillo, al que llegaremos tras superar una curva de herradura a la derecha y pararnos a admirar el panorama leyendo los versos de Gerardo Diego: “Niebla, niebla en La Sia. / La clara nitidez del valle idílico,/ los oscuros, concretos cagigales / de Quintana y La Gándara,/ quedan abajo inmersos como un sueño,/ el corazón se ensancha según sube/ la ruta pedregosa”. Luego la rampa final al 13% y entramos así en tierras castellanas a una altitud de 1235 m según el IGN, cuando durante años la que se leía en el cartel era de 1200 m justos. Este puerto suele estar considerado como de Categoría Especial cuando se completa su doble ascensión y arrastra una fama, bastante merecida, de mucha peligrosidad en su descenso. Y en el alto puede tomarse la pista, recientemente asfaltada, a la izquierda que nos lleva a la antigua estación militar del Picón Blanco, que aparece comentada en su vertiente burgalesa. Este sí que sería un final en la cumbre.
Mapa situación:

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