Localización: Es la As-364 que desde Puente Polea nos conduce a Pola de Allande. |
Especificaciones: No hemos encontrado ninguna, pero seguro que si necesitamos agua, algún vecino nos la ofrece de mil amores. |
Fuentes: Sinuosa y estrecha carretera, con sombra abundante en el inicio, que sin ningún vehículo que nos moleste y suelo irregular a tramos nos permite huir del mundo civilizado. |
Descripción: Muchos puertos del oeste de Asturias suman belleza y dureza para regalar. Pues bien, el que se lleva la palma, en nuestra opinión, es el puerto de La Marta por Bustantigo, quizás el puerto de paso más duro de Asturias. Desde el concejo de Villayón hasta el de Allande una estrecha carretera serpentea remontando los montes a base de fuertes y constantes pendientes. 25 km desde el inicio del ascenso en Puente Polea -de los que prácticamente 12 superan el 9 % de pendiente media-, 1500 m de desnivel acumulado… son incentivos que nos depara el camino hasta la cima de La Marta. Este es uno de esos casos en los que resulta difícil no darse cuenta de que estamos ante un puerto fuera de lo común. Desde el Puente Polea la carretera se va a empinar sin dejar tregua hasta la salida de Lendequintana, a poco más de 5 km. Abandonadas las profundidades del valle toca gozar de una cada vez mayor perspectiva en un puerto todo él muy escénico que nos va a imponer cada vez más respeto por la verticalidad acentuada del barranco. Tras una de las curvas divisamos las viviendas de Lendequintana, a la vez que un par de herraduras y un tramo bastante lineal nos conduce a su caserío. Casi imperceptiblemente la inclinación va a suavizarse un poco, mientras la pendiente media de estos primeros 5 km se ha mantenido siempre por encima del 9%. ¡Y lo que nos queda! Flores, fachadas de negra piedra, techumbres de pizarra, algún que otro hórreo… todo el encanto de la Asturias rural condensado en unas cuantas viviendas. La pendiente, al fin, toma forma de falso llano durante varios cientos de metros que nos van a saber a gloria. Pero al pasar junto al cruce de Bustefollado, la carretera se vuelve a empinar: otro kilómetro al 9% de media con rampas muy serias de doble dígito. Menos mal que la ansiada bajada llega al coronar un impresionante altillo con unas vistas de quitar el hipo. Aquí damos por concluida la primera parte del ascenso. Quizás el tramo más incómodo del puerto sea el raudo descenso posterior por la peligrosidad de alguna de sus curvas. Al cruzar el arroyo encontramos una herradura y la rampa más potente de todo el ascenso: hasta un 17%, aviso del tramo que sigue, el más duro de todo el puerto con 2 km que sobrepasan claramente el 10% de pendiente media. Zigzaguea la carretera por la ladera, y, a fuerza de riñones, salimos de este bostezo de vegetación y roca por una carretera que busca y encuentra el cielo en un nuevo altillo donde encontramos con una panorámica aún más soberbia de todo el entorno. Tras el alto, descenso rápido camino de Bustantigo. Nos disponemos ahora a remontar el valle del río del Oro, cuyo nombre obedece al hecho de que estas montañas estén repletas de los restos de antiguas minas auríferas de origen romano. Al pasar por la población se acaba paulatinamente el descenso retomamos otro duro tramo cuesta arriba. La pendiente va “in crescendo” hasta situarse nuevamente próxima al 10%. Vislumbramos la carretera montaña arriba en distintos giros sucesivos que nos harán pensar erróneamente que estamos a punto de coronar el puerto… Son tres eternos kilómetros a más del 9% de media los que nos restan hasta coronar el alto de Bustantigo en cerrada curva. Llegados a este punto ya podemos considerar el puerto como todo un categoría especial., pero aún nos falta la guinda del pastel. Nos dejamos caer 2,5 km hacia El Rebollo, apenas un puñado de viviendas justo antes de llegar al puente que nos sitúa en el inicio del último tercio de este puerto en el que esperemos que no haga su aparición el dios Eolo. Tras pasar sobre el arroyo una terrorífica subida que nos lleva asustando varios centenares de metros en la bajada nos recuerda que el reto no ha acabado. Tras coronar este Collado de las Labradas, giraremos hacia la izquierda por una nueva variante que se va a situar en un 12% constante. Lo que nos queda de ascenso nos parecerá una de las mayores gozadas y en una curva a derechas podemos atisbar perfectamente la cima de La Marta. Las pendientes no llegan en este tramo ni al 4% así que toca disfrutar de todo en absoluta tranquilidad. En descenso llegamos al Collado de Santiellos y continuamos para afrontar los dos últimos kilómetros del puerto, ambos por encima del 6%, hasta alcanzar el alto en una cerrada curva. A la derecha, sale un camino balizado con la concha que nos advierte de que estamos en zona de paso del Camino de Santiago. Ciertamente 1116 m es poca altitud para tanto puerto, pero nos va a costar abandonar este espectacular enclave en que todo el occidente asturiano se rinde a nuestros pies. (texto adaptado de Martín Cerván de www.andaluciacicloturismo.com) |
Mapa situación: |
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