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| Localización: Es la N-621 que desde Potes en Cantabria se dirige a Riaño y su embalse en tierras leonesas. |
| Especificaciones: Carretera en perfecto estado con señalización horizontal completa. No demasiadas sombras y tráfico más bien escaso. |
| Fuentes: En Potes conviene proveerse adecuadamente para emprender la ascensión. Hay otra en Naroba en el Km 4 a la izquierda. También hay otra al final de La Vega, al otro lado del río en dirección a Dobres, junto a una bolera. Y ya en el Km 20 otra a la derecha. |
Descripción: Puerto antiquísimo de acceso a la Meseta desde tierras lebaniegas, que en los últimos años no ha sido muy frecuentado en las rutas del ciclismo profesional. Su gran longitud nos recuerda a otros colosos del Sistema Cantábrico (Lunada, La Sía o Ventana) e incluso pirenaicos (su dificultad es semejante a la del famoso Portalet).
Este paso de montaña era llamado antiguamente "San Clovis" o "San Clovio", y la evolución del habla popular acabó en el nombre oficial que hoy ostenta. Existen varios estudios? que demuestran que este paso natural de montaña fue utilizado por las legiones romanas en su avance desde el sur para la invasión de Cantabria (guerras cántabras), aunque otros sugieren que tal empresa militar se realizó por el cercano puerto de Piedrasluengas. Lo que sí es seguro es que por aquí o por una zona próxima salvó el ejército de Octavio Augusto el obstáculo de la cordillera Cantábrica. Hoy somos nosotros quienes vamos a intentar emular los esfuerzos que tuvo que afrontar el ejército imperial.
En sus primeros 10 km se van atravesando diversos pueblos por una carretera que nos va a exigir poco esfuerzo y nos permitirá el adecuado rodaje para lo que nos espera. En La Vega podremos reponer fuerzas o, si lo deseamos, tomar a mano izquierda la ruta que se dirige a Dobres, pueblo bonito donde los haya.
A partir de ese Km 10, en el pueblo de Bores, una primera rampa seria al 10% da inicio a la auténtica escalada, que enseguida va a situarse en pendientes cercanas al 7% de media. Más o menos en ese punto kilométrico se empieza a adivinar en lo más alto el final de nuestra ruta, cuando aún nos quedan más de 15 km para acceder a ese lugar. En varios tramos el suelo se encontraba en peores condiciones, especialmente en su final (reparado hace unos años), al que nos vamos acercando a la velocidad que nos permitan nuestras cada vez más cansadas piernas, superando una tras otra múltiples curvas de vaguada por encima de pequeños torrentes que nos irán dando envidia en días calurosos.
En los últimos 10 km aparecen diversas herraduras que nos permitirán disfrutar, si aún nos quedan fuerzas, de lo que hasta ese momento llevamos ascendido. En el Mirador de la última herradura, con su conocido corzo que se presta a todo tipo de fotografías típicas, el paisaje a nuestros pies es magnífico. Es una estructura de piedra con una mesa de orientación donde nos reta orgulloso el bello animal, obra del escultor Jesús Otero.
Un par de cascadas casi seguidas nos indican que el final se acerca y una amplia zona de praderas en la que la pendiente decrece nos deja ya en el Puerto, y en el mismo límite provincial una pista asfaltada se dirige nuestra derecha al Monumento al Oso y al Collado de Llesba. Si quedan fuerzas es imperdonable no continuar hasta ese collado desde donde disfrutaremos de unas inconmensurables vistas en todas direcciones. No habrá bajado mucho de las 2 horas el tiempo que habremos empleado para coronar, luego no estará de más que perdamos otro poco más en descansar y saborear la tranquilidad que nos trasmite el espléndido panorama que nos rodea.
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| Mapa situación: |
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1678 m
28,34 km
1382 m
4,88 %
