LAGUNA NEGRA
Santa Inés
SORIA
Foro
51987
1720 m 7,7 km 444 m 5,76 % 110



Localización: Lo más recomendable es tomar en Vinuesa la carretera de El Cordel (antes de atravesar el Revinuesa) y desviarnos a la izquierda en el Km 6, para llegar al cruce a la Laguna Negra que dejaremos de nuevo a la izquierda continuando recto hacia el caserío de Santa Inés. Ya sólo nos queda seguir siempre el asfalto y continuar subiendo lo más alto posible.
Especificaciones: Pista forestal de reciente asfaltado, en magníficas condiciones, y con una anchura de unos 4 m, sin señalización horizontal. Tráfico escaso en general, salvo fines de semana y verano, aunque no encontraremos a nadie de frente. Sombras abundantes.
Fuentes: Una en la explanada de Prado Serra, antes del tramo definitivo común, y otra en el paseo a pie hacia la laguna.
Descripción: Todo turista que se adentra en esta Tierra de Pinares tiene una obligación inexcusable: ascender hasta los 1.753 m y disfrutar de este paraje bello, puro y misterioso, musa de leyendas y de películas. Hasta este pasado verano siempre debía hacerlo por la subida habitual, algo más corta, pero el intenso tráfico que soporta este lugar en días festivos, ha obligado a asfaltar una pista alternativa, quedando la carretera vieja como ruta de descenso. Ambas confluyen en la barrera del Paso de la Sierra, que obliga a realizar el tramo final de la ascensión a pie o en un autobús preparado al efecto. Mejor, así podremos distraernos charlando con los montañeros mientras pedaleamos y se nos harán más llevaderas esas rampas finales.
La nueva pista no tiene la regularidad de pendiente de su “siamesa”, sino que, tras un par de kilómetros sin esfuerzo alguno, atravesaremos un puente hacia la otra margen del Revinuesa para afrontar otros dos más con pendientes siempre superiores al 10% y máxima del 16%. A continuación, el trazado sube y baja, con alguna nueva rampa, para descender poco después hacia la barrera del Paso de la Sierra. Desde allí hasta el final del asfalto, kilómetro y medio muy exigente otra vez. Y luego que alguien nos cuide la bici, porque los 300 m a pie hasta el pequeño lago glaciar no deben ser disculpa para nadie: no se puede decir que se ha subido a la Laguna Negra y no haber tocado sus aguas. Al fin, entre los increíbles farallones de este paraje, hasta hace poco casi inviolado, descansa la “musa”, protegida por esos paredones de casi 90 m, rodeados de varias cascadas que van a fundirse con el Duero y el Revinuesa.
Su nombre deriva de su fondo verdinegro, reflejo de las rocas que la envuelven y que le confiere una misteriosa sensación de profundidad. También colabora el reflejo de los árboles que crecen en las orillas, algo extraño en este tipo de lagunas glaciares que suelen carecer de vegetación.
Mapa situación: